Utilización de biofiltros combinada con tratamientos físico-químicos, compostaje los purines de cerdo, desecación térmica o biodigestión. Éstas son algunas de las medidas que proponen los investigadores del Grupo Gestión, Aprovechamiento y Recuperación de Suelos y Aguas (GARSA) de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) para evitar los daños ambientales derivados de la gestión inadecuada de los purines en las granjas de cerdos. La gestión a la carta es posible para valorizar los purines en función del entorno de la explotación porcina.

Los investigadores resaltan la necesidad actual de reducir las emisiones atmosféricas (amoniaco y gases de efecto invernadero) y de implantar planes de gestión integral de subproductos ganaderos. «Las granjas de producción porcina intensiva son totalmente sostenibles desde el punto de vista medioambiental si se gestionan implementando las mejoras técnicas disponibles», afirma Ángel Faz, investigador principal GARSA.

Los investigadores de la UPCT buscan soluciones a los problemas derivados de la gestión de purines desde hace más de 20 años con financiación regional, nacional y europea. En la actualidad, dos Cátedras de Empresa vuelcan sus esfuerzos a conseguir la gestión sostenible, la reducción de la huella de carbono y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas.

España es el mayor productor porcino de Europa con alrededor de 28 millones de cabezas. La gestión de los purines es importante, según Faz, ya que más del 95% es agua, que se puede reutilizar para riego, pero el resto de los componentes incluyen nitrógeno, fósforo o potasio, entre otros, que deben gestionarse adecuadamente para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones intensivas. A juicio del investigador, en cuencas deficitarias como la del Segura, es un valor añadido poder disponer de este recurso adicional.