Todo iba según lo esperado en el Pleno del Ayuntamiento de Cartagena hasta que se ha desatado la tormenta. La Corporación se encontraba debatiendo una iniciativa de MC sobre el castillo de Despeñaperros cuando la alcaldesa, Ana Belén Castejón, interrumpía el transcurso de la sesión para advertir de que algo estaba sucediendo fuera de orden del día: el portavoz de Movimiento Ciudadano (MC) y exalcalde de la ciudad, José López, recién sentado en su silla, se había dejado la puerta de la sala abierta, y junto a ella se encontraba la concejala de Hacienda, Esperanza Nieto, de pie.

Nieto llamó la atención de Castejón y de la vicealcaldesa, Noelia Arroyo, sobre algo que acababa de ocurrir. Al parecer, López acababa de proferirle insultos en el pasillo. Unos calificativos que la edil se negó a reproducir en un primer momento porque le daba "vergüenza". El líder de los cartageneristas, desde su lugar, negaba la mayor y llamaba "mentirosa" a Nieto, al tiempo que se refería al padre de Arroyo en unos términos que obligaron a la vicealcaldesa a pedir "respeto" y asegurar que en su grupo "no tenemos miedo".

La discusión fue aumentando de tono y la regidora, Ana Belén Castejón, llamó al orden a López, que aseguraba que los insultos no iban hacia Nieto, sino que formaba parte de una conversación telefónica que había tenido con su madre. Una vez sentada Nieto, la alcaldesa le pidió que dijera qué le había dicho el portavoz de MC para que constara en acta y la concejala indicó que le había llamado "marrana" y que le había dicho "deja de meterme el dedo en el culo".

Castejón volvió a llamar al orden a López y suspendió el Pleno para convocar, de forma urgente, una junta de portavoces en la que según los asistentes se le exigieron al cartagenerista dos cosas: que pidiera perdón y que prometiera guardar un tono respetuoso en casa de continuar la sesión. Al parecer, López se negó a ambas cosas entre las denuncias de su compañero de filas, Jesús Giménez, que acusaba al Gobierno de "coacción".