El Museo Arqueológico Municipal Enrique Escudero de Castro de Cartagena acaba de incorporar un nuevo epígrafe a su colección, la parte de lo que debió ser un epígrafe de grandes dimensiones y en el que todavía puede leerse el nombre de Caius Numisius.

La lápida Numisius ha sido recibida en el Museo por la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, el concejal de Cultura, David Martínez y el concejal delegado de esta área, Carlos Piñana, acompañados por la técnico del Museo Arqueológico Municipal, María Luisa Saura y el director general de Proyectos Estratégicos de Patrimonio Histórico-Artístico y Cultura, Damián Pérez. También, ha asistido el concejal de la Corporación municipal Jesús Giménez.

El epígrafe, según el testimonio del historiador Ceán Bermúdez, estaba incrustado en uno de los muros de un edificio anexo al Monasterio de San Ginés de la Jara.

La inscripción fue sustraída en el año 2005 del lugar donde se encontraba, en el Monasterio de San Ginés, y fue recuperada por técnicos de la dirección general de Bienes Culturales en 2017 para su limpieza y estudio en el Museo Arqueológico Provincial de Murcia, hasta que se dispusiera su traslado al Arqueológico de Cartagena.

Esta inscripción viene a enriquecer el ya de por sí valioso patrimonio epigráfico de época romana que atesora Cartagena, la mayor parte del cual se exhibe entre las colecciones que custodia este Museo.

Un conjunto epigráfico que constituye no sólo uno de los valores arqueológicos más destacados de la historia de la ciudad sino también, según han reconocido investigadores, una referencia obligada para el estudio de la epigrafía del mundo romano.

En los textos de muchas de estas inscripciones del Museo aparecen personificadas algunas familias o gens que habitaban en la ciudad y que intervinieron en el ámbito de la vida política o comercial de la Cartagena romana.

Precisamente, en el contexto de esas familias en el que sobresale sobre todo la gens Numisia, una familia que tuvo una fuerte y estable integración en la vida pública de Cartago Nova, donde estuvo presente desde mitad del siglo I a.C. y hasta mediados del siglo II d.C.

Una fuerte implantación de esta gens en la Cartago Nova romana que ha trascendido la frontera de los siglos hasta el punto de que una de las legiones con más tradición de nuestras fiestas de Carthagineses y Romanos tomó el nombre de Gens Numisius.

Esta legión se fundó precisamente tomando como referencia el personaje de Caius Numisius, una persona que debió ser el propietario de una lujosa villa rural sobre la que, algún siglo después, se levantaría el monasterio de San Ginés de la Jara, reaprovechando algunos de los restos de este establecimiento rural romano, entre ellos este epígrafe para edificar sus muros.