El Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena, junto con la empresa adjudicataria Eurest Colectividades, ha elaborado un tríptico informativo para informar a sus usuarios sobre la dieta hospitalaria que se les va a ofrecer durante su ingreso, personalizada y con las máximas garantías de calidad y seguridad alimentaria.

La dieta hospitalaria es un elemento clave para mejorar la salud del paciente hospitalizado teniendo la misma importancia que el tratamiento farmacológico, y está pautada por el médico del paciente y coordinada por un equipo de dietistas nutricionistas

Uno de los objetivos que persigue este tríptico es permitir que los pacientes puedan entender mejor cuáles son las razones por las que se le pauta una dieta y no otra. Igualmente, se pretende reducir el número de reclamaciones indebidas o quejas que se producen a veces por falta de esta información.

Además, otro objetivo es el de informar sobre una nueva prestación que ha puesto en marcha la empresa de restauración Eurest para mejorar la estancia de los acompañantes de los pacientes ingresados y que también podrán tomar menú de cena en la habitación.

Así, Eurest ofrece la posibilidad de tomar una cena completa de acompañante, con un precio de 7,5 euros y reservándola en la cafetería antes de las 17:00 horas, y que servirá directamente en la habitación.

Con ello se consiguen dos mejoras. De una parte, que el enfermo no tenga que quedarse solo salvo por voluntad propia y, de otra, que el acompañante, sobre todo en estancias de larga duración, pueda cenar caliente.

Elaboración de menús en el Complejo Hospitalario

En el Complejo Hospitalario se pueden llegar a confeccionar en la actualidad unos once tipos de menús diarios distintos para una media de 500 pacientes ingresados, según las patologías que presenten los enfermos, y que se reparten en las dos comidas principales de comida y cena, además de los desayunos, meriendas y resopón.

Estos menús pueden incluir, por tanto, dietas basales, cardiosaludables, trituradas, de fácil masticación, diabéticas, astringente, blandas, de insuficiencia renal, líquidas, semiblandas y dietas pediátricas de elección.

Entre las dietas más comunes se encuentran las basales, que no cuentan con restricciones alimentarias y que se diagnostican a los pacientes que pueden comer normalmente, con un alto contenido de verduras, hortalizas, legumbres, aceite de oliva y pescado.

Otras de las más frecuentes son las blandas, de fácil digestión también pero en las que no entran alimentos crudos ya que todos deben estar hervidos asados o a la plancha. Estas están indicadas normalmente para post-operatorios y pacientes con patologías digestivas o infecciones y enfermedades febriles.

Controles de calidad

El control y el seguimiento en la calidad de los alimentos que se utilizan en las cocinas del Complejo Hospitalario son exhaustivos. Todos los proveedores, en su mayoría de la comarca de Cartagena y de la Región, tienen que superar unos baremos de calidad que miden desde la higiene personal del transportista hasta la limpieza del vehículo, controlan la temperatura del producto e, incluso, la calibración o peso del producto unitario.

Igualmente todos los productos que se recepcionan en el almacén del Hospital están embolsados al vacío para mantener la correcta higiene y una empresa externa se encarga mensualmente de analizar muestras testigo que se extraen todos los días de los menús de las comidas y cenas y realiza controles de temperatura del agua, entre otros.

La temperatura de los alimentos cocinados también es esencial y, antes emplatar las comidas en las bandejas isotérmicas en las que se ofrece la comida a los pacientes, se les toma la temperatura. Los alimentos tienen que estar y mantenerse a unas temperaturas de más de 65 grados centígrados para evitar contaminaciones y, por eso también la cocina cuenta con mesas y carros calientes y platos que los mantienen a altas temperaturas.