La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia ha vuelto a dar la razón al Ayuntamiento de Cartagena y ha acordado nuevamente la suspensión cautelar del derribo del pabellón de reclusos de la antigua cárcel de San Antón. Según ha informado la alcaldesa, Ana Belén Castejón, esta decisión se mantendrá hasta que no se resuelva el contencioso que mantiene el Consistorio con la Administración regional sobre el alcance de la declaración de las instalaciones de la antigua prisión como Bien de Interés Cultural (BIC).

La resolución, dictada hace una semana, mantiene el criterio del propio TSJ manifestado en un anterior auto del pasado 3 de mayo en que accedía a la suspensión cautelar de las demoliciones, solicitada por el Ayuntamiento, con motivo del pleito planteado contra la Comunidad Autónoma sobre el alcance de los elementos a proteger de la cárcel como consecuencia de su declaración como BIC. El auto que corrobora ahora esa suspensión tiene su origen en las disensiones de la dirección general de Bienes Culturales a suspender la licencia de demolición de los elementos que no debían ser protegidos según su criterio, como eran el pabellón de reclusos y una parte del muro perimetral.

Entre los fundamentos jurídicos que han sido tenidos en cuenta por el tribunal se encuentra el hecho de la imposible reparación de estas demoliciones, si la sentencia final considera que el pabellón debe incluirse en la declaración de BIC. El Ayuntamiento de Cartagena mantiene un contencioso con la Comunidad Autónoma por el cambio de criterio que adoptó respecto al alcance de la protección de la Cárcel de San Antón, ya que en un primer expediente de BIC que caducó, la Dirección General de Bienes Culturales había abogado por la conservación de todos sus elementos. Posteriormente, cuando se inició un nuevo expediente, limitó la protección a los muros perimetrales dejando fuera sus estancias interiores como los módulos carcelarios y las estancias de los reclusos, algo consustancial a la historia cualquier centro penitenciario.

Una prisión con mucha historia

La prisión de San Antón fue construida en la antesala de la Guerra Civil por el arquitecto Vicente Agustí Elguero, también responsable del diseño de otros espacios penitenciarios como la cárcel de mujeres de Valencia o la de Carabanchel, en Madrid. Desde 1936 funcionó como centro de reclusión para presos comunes y político-sociales hasta que en el año 2002 se conviertió en un centro de acogida de presos con régimen abierto de tercer grado. En 2010 se abre como Centro de Inserción Social de Cartagena (CIS), dependiente del CIS Guillermo Miranda de Murcia, por Orden del Ministerio del Interior. Ese mismo año, la secretaría general de Instituciones Penitenciarias autorizó el uso de las instalaciones a la consejería de Cultura, entonces liderada por Pedro Alberto Cruz, como sede del Manifesta 8.

Por las celdas de la cárcel de San Antón pasó, entre otros, Eleuterio Sánchez, más conocido como el Lute. Tras su detención en 1973 en Sevilla, permaneció preso más de cuatro años interrumpidos en este penal.