La doctoranda de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Eva María Sánchez ha desarrollado un hormigón capaz de aligerar la estructura de los edificios, lo que ayudaría a reducir los daños materiales en caso de seísmo, además de ser un material más sostenible y económico que el tradicional.

García defendió su tesis junto a dos cilindros de hormigón ligero que ha desarrollado durante su investigación doctoral y que han demostrado su viabilidad técnica al superar las pruebas de resistencia y durabilidad realizadas primero en laboratorio y, posteriormente, en la planta cementera de Cementos la Cruz, que conjuntamente con CDTI financió el proyecto.

El hormigón tiene una densidad de 1.800 kilogramos por metro cúbico,700 menos que el tradicional. Para reducir su peso, se ha sustituido casi la mitad del volumen de grava y arena por plástico reciclado y corcho desechado por la industria agrícola. La inclusión de áridos reciclados es la novedad que aporta la tesis.

Los hormigones ligeros (con menos de 2.000 kg/m3) suelen tener carencias en cuanto a resistencia y durabilidad para soportar cargas estructurales de las edificaciones.

"Nuestro hormigón ligero supera la resistencia a compresión de 25 megapascales a 28 días, el límite que marcan las legislaciones de la Unión Europea y Estados Unidos", remarca Sánchez, apuntando además que el material ha conseguido "muy buenos resultados, por encima de los esperados, en durabilidad, gracias a que su baja porosidad lo hace menos vulnerable al agua y otros agentes nocivos".