La Cátedra de Infraestructuras de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) se encuentra inmersa en seis lineas de investigación que están desarrollando conjuntamente con el Ayuntamiento de Cartagena. Dentro de las indagaciones que están llevando a cabo, el grupo de I+D de Ingeniería e Infraestructura de los Transportes está desarrollando un estudio de circulación en el centro de Cartagena con el objetivo de crear un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).

La investigadora responsable del grupo, Pilar Jiménez, junto a David Dolores y Alejandro Font, han creado una base de datos de las infraestructuras del casco histórico y el ensanche para conocer la zona a estudiar y poder documentar los patrones de movilidad de los ciudadanos.

«Queremos fomentar el uso del transporte público, la bicicleta y la movilidad peatonal», afirma Jiménez. Aunque la investigación concluye en diciembre de este año, ya se han expuesto los primeros resultados del estudio, que afirman que los principales causantes de la congestión de vehículos y tráfico en el epicentro de la ciudad son los semáforos en rojo y los pasos de peatones.

En concreto, existen dos 'puntos negros' en los que se han detectado una mayor concentración de caravana y afluencia de vehículos: por un lado, la rotonda de Mandarache, situada frente al centro comercial que recibe el mismo nombre, y la rotonda Puertas de San José, situada en el Paseo Alfonso XIII y que es conocida actualmente como la rotonda del Submarino Peral, ya que está presidida por la réplica de la sumergible que fue realizada también por alumnos de la UPCT.

«También hemos detectado algunos embotellamientos en la Alameda de San Antón en horas punta», afirma José Pérez, coordinador de la Cátedra de Infraestructuras. El estudio ha sido realizado con la técnica del 'vehículo flotante', que consiste en circular por diferentes puntos de la ciudad en coche e ir anotando cualquier incidencia a tiempo real, midiendo los tiempos de atascos, semáforos, pasos de peatones y todos aquellos factores que produzcan una demora en los trayectos de circulación por la ciudad. La técnica del 'vehículo flotante' se realiza durante varias semanas, recorriendo cada localización sometida a estudio en numerosas ocasiones: «pasamos a diferentes horas y días de la semana para determinar con mayor exactitud los tiempos de recorrido», puntualiza José Pérez.

El estudio también ha indagado en las plazas de aparcamiento que se encuentran repartidas por el centro y el ensanche, donde han detectado la necesidad de incrementar los estacionamientos destinados para personas con minusvalía, así como las de recarga de vehículos híbridos y eléctricos.

Dentro de las medidas y propuestas que se están determinando para solventar las deficiencias de movilidad, la investigación busca el uso racional de los vehículos motorizados privados y el fomento de las bicicletas y los autobuses urbanos. En relación con el transporte público se ha detectado un aumento moderado de usuarios del transporte público en los últimos años. Además, todos los habitantes y viandantes tienen acceso a una parada de autobús a menos de 300 metros, con una frecuencia de paso de entre quince y treinta minutos por lo que, según las conclusiones del estudio, el transporte público de Cartagena cubre las necesidades de la población.

Sin embargo, el transporte en bicicleta no se encuentra en la misma posición, puesto que se han detectado tramos de carriles bici no homogéneos, con discontinuidades y tramos desconectados, lo que dificulta la circulación a los ciclistas por las zonas más transitadas de la ciudad y frena el crecimiento de usuarios de este medio de transporte en Cartagena.

Una vez cerrada la investigación, se procederá a la implantación de las medidas por parte del Ayuntamiento que propone el PMUS, como ya se hizo con el anterior estudio de estas características que se elaboró en La Manga y que además, según José Pérez: «es aplicable a otras ciudades de la Región».