La asociación Sin Ruido en Cartagena, que defiende el derecho al descanso de los habitantes del centro histórico de la ciudad, reclama a la concesionaria del servicio municipal de limpieza viaria, Lhicarsa, que retrase la hora en la que pone en marcha su maquinaria. Así, los vecinos urgen a que las máquinas barredoras y fregadoras comiencen su jornada a las ocho de la mañana en aquellas calles estrechas del casco histórico, donde se amplifica su ruido. Exponen que en la actualidad las barredoras inician su jornada a partir de las siete de la mañana en los días laborables. También se quejan de que hay zonas del centro, como la plaza San Francisco, en la que pasan hasta cuatro veces al día. Además, este colectivo apunta que si la nueva maquinaria no va a suponer la erradicación de las molestias que sufre la gente, la empresa opte por una limpieza manual en el centro.

Ante esto, el Ayuntamiento de Cartagena, cuyo Gobierno se encuentra en funciones bajo el mandato de la alcaldesa socialista Ana Belén Castejón, avanza que toda la maquinaria que está llegando nueva es eléctrica y Lhicarsa está trabajando para reducir el ruido «al máximo». Además, el Consistorio cuenta que está elaborando un protocolo para establecer las horas de limpieza, procurando que moleste a la ciudadanía «lo menos posible». La Administración local tiene la intención de que se fijen ahora aquellas zonas en las que se puede llevar a cabo la limpieza en un turno más tardío, teniendo en cuenta también que sea más efectiva, e intentando que el trabajo sea más duradero.

«Que limpien los hosteleros»

La plataforma Sin Ruido en Cartagena también pone el foco sobre la suciedad acumulada en el piso de las terrazas de los locales de hostelería. Así, exige al Ayuntamiento que obligue a los hosteleros a mantener adecentadas sus zonas de restauración al aire libre, donde apuntan que se acumula mucha mugre y grasa, que ya ven «casi imposible» que se pueda retirar de las aceras.