El macrofestival que pretende organizar la discoteca Trips este verano ha provocado la indignación de los ecologistas, por el peligro que supone para el parque regional de Calblanque. Según denuncia esta organización, el festival de música carece de licencia, y además provoca que aumente el riesgo de incendio y genera contaminación lumínica y acústica. El evento, denominado 'Sunsetland Festival' está programado para el 26 de julio y ya han confirmado su presencia los artistas Ozuna, DJ Nano y Beret.

El grupo municipal de Podemos, Cartagena Sí Se Puede, ya ha anunciado a través de su portavoz y candidata a las elecciones, Pilar Marcos, que ha presentado un escrito ante la alcaldesa, Ana Belén Castejón, para que el Gobierno local se haga eco de esta denuncia, referente al megafestival, que se organizará en el aparcamiento anexo a la discoteca Trips, en Cabo de Palos, situada en el límite del parque regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila.

La formación morada ha pedido al consistorio que investigue en profundidad toda la información aportada por la organización ecologista y, en su caso, que prohíba dicho evento.

Para Marcos, es «particularmente grave que se siga incrementando la presión sobre Calblanque, un espacio protegido que hay que estar constantemente defendiendo a falta del cuidado especial que las administraciones no practican».

Esta actitud, según la dirigente de la formación morada, deja «vía libre a la masificación del entorno, que se desentiende absolutamente del cuidado de la flora y la fauna, la degradación del patrimonio natural y la identidad de un sitio emblemático en la Región».

La lección del Mar Menor

La lección del Mar Menor«Parece mentira que en Cartagena no aprendamos la lección con todo lo que estamos viviendo con el Mar Menor», señaló la candidata de Podemos, que entiende que ahora «van a por Calblanque», con la celebración de megafestivales y con la intención de construir hoteles de lujo y «moles urbanísticas».

Finalmente, la portavoz municipal de Cartagena Sí Se Puede lamentó que esta presión sobre el parque regional se hace a través de actividades insostenibles y peligrosas, que conllevan riesgo de incendios, contaminación acústica y lumínica y una serie de perjuicios que se deben evitar «a toda costa».