Un joven de unos 23 años de edad, cuya identidad no ha sido facilitada, falleció este sábado al precipitarse de un edificio en el casco urbano de Cartagena.

El suceso tuvo lugar en la calle Ciudad de Orán, junto a la estación de tren del municipio.

El cuerpo del chico permaneció tapado con una sábana blanca hasta que llegaron los trabajadores de la funeraria y se hicieron cargo del cadáver. Los restos mortales son llevados primero al Instituto de Medicina Legal, para realizar la pertinente autopsia.

Al lugar se desplazaron agentes de la Policía Local, así como de la Policía Nacional, que se han hecho cargo del caso. Los investigadores tratarán ahora de determinar si la muerte es consecuencia de una caída accidental, si en el suceso participó otra persona o si el joven decidió arrojarse al vacío voluntariamente, un extremo que no se descarta.

Fuentes cercanas al caso insistieron en que aún es pronto para determinar la causa de la muerte, que hay que esperar a la autopsia y que ahora se analizará el escenario principal, desde el que se precipitó el chico, en busca de evidencias de la presencia o no de otra persona. Las mismas fuentes señalaron que, al no ser una muerte natural, siempre se tratará, de momento, como un suceso violento.

Vecinos y curiosos se arremolinaban alrededor del perímetro de seguridad establecido por la Policía y especulaban con la identidad del difunto.

También en Cartagena, hace apenas unos días, una mujer era encontrada muerta en una rambla. El cuerpo de la joven estaba bocabajo, sobre un charco de sangre.

Al lugar se desplazaron sanitarios en una unidad médica de emergencia (UME), que solamente pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer. También se movilizaron agentes de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía en Cartagena. Fuentes próximas a la investigación indicaron que no llevaba documentación encima, y que, por su apareciencia, sería una persona originaria del norte de África.