El Ayuntamiento de Cartagena ha decidido ponerle fin a los restos de orina de mascotas que afean la ciudad y el mobiliario urbano. Para evitar que las micciones de animales como los perros queden sin limpiar, el Consistorio ha puesto en marcha una iniciativa junto con la concesionaria municipal del servicio de recogida de basuras y limpieza viaria, Lhicarsa.

El concejal de Servicios Públicos, Juan Pedro Torralba (PSOE), explicó ayer que se van a regalar 5.000 botellas que ayudarán a disolver los orines de los perros en la vía pública, evitando así el desagradable olor y la corrosión que provoca en farolas o bancos. Se trata de envases de algo menos de medio litro de capacidad, en total, 400 mililitros, de cuerpo flexible y un mosquetón para colgar en la correa del animal.

Algunos ayuntamientos de España, como Benalmádena, en la provincia de Málaga, ya obligan mediante una ordenanza a que los propietarios de las mascotas limpien con agua y jabón el pipí de su animal. Si bien, desde el Ejecutivo municipal destacan que, por el momento, no se va a multar a nadie por ello en Cartagena. Lo que se pretende es que la gente se habitúe poco a poco a realizar esta limpieza. Cabe destacar que en la ordenanza municipal sobre la Protección y Tenencia de Animales de Compañía en Cartagena, publicada hace 16 años, en 2003, se considera como una infracción leve la no retirada de excrementos de la vía pública. La multa va de 30 a 300 euros. No obstante, en la reglamentación local no existe en la actualidad ningún apartado en el que se imponga una sanción por no limpiar la orina.

En cuanto a la botella que regala el Ayuntamiento, el edil Torralba añadió ayer durante su intervención que el uso de este envase flexible es muy sencillo, tan sólo hay que rellenarlo con agua del grifo y aplicar sobre la micción de la mascota. El concejal también destacó que con esta campaña municipal se pretende conseguir la colaboración de los dueños de los canes para mantener la ciudad limpia. Los lugares de recogida gratuita de estas botellas serán las Oficinas Municipales de Información Tramitación Administrativa (Omitas), el edificio administrativo de San Miguel y el Centro de Atención y Tratamiento de Animales Domésticos (Catad), situado junto a la carretera de La Asomada.