Navantia continúa abriendo mercados para garantizar el futuro de los astilleros. La última apuesta de la compañía ha supuesto ampliar su presencia internacional con la apertura de una nueva delegación comercial en Washington, en Estados Unidos, que tuvo lugar ayer con la asistencia de la presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, acompañada por el Embajador de España, Santiago Cabanas y por representantes del Ministerio de Defensa, Armada e industria americana y española en el país.

Según De Sarriá, «la apertura de esta nueva delegación responde al objetivo de afianzar las buenas relaciones con la Marina e industria americana, con la que se lleva trabajando más de 60 años, y buscar nuevas oportunidades de negocio y cooperación en el país, además de la participación activa, ya en marcha, en el programa de construcción de 20 nuevas fragatas».

Y es que, en febrero de 2018 Navantia fue seleccionada por el Gobierno de Estados Unidos, dirigido por Donald Trump; junto con el astillero estadounidense GD Bath Iron Work, para la fase de Diseño Conceptual del programa de fragatas FFGX, cuyo objetivo es la adquisición de 20 fragatas con construcción local en los EEUU. Así, Navantia y GD Bath Iron Works están adaptando el diseño de la clase F-100 a los requisitos de la Marina estadounidense. Para ello, la empresa ha desplazado un equipo de ingenieros al astillero americano. El contrato de diseño conceptual tiene una duración de 16 meses, al final de los cuales se presentará la oferta para la selección del constructor de las 20 fragatas, prevista en 2020.