Trece años después y tras diversos cambios de posicionamiento de las administraciones central, regional y municipal sobre la llegada del AVE a Cartagena, ayer el consejo de administración de la sociedad Alta Velocidad decidió retomar el acuerdo suscrito por los tres gobiernos en 2006 para que el esperado tren llegue en 2023, a través del trazado actual y soterrado en sus últimos 800 metros, desde el puente de Torreciega hasta la estación de la Avenida América. Un proyecto que tendrá un coste que oscila entre los 260 y los 343 millones de euros, según indicó el secretario de Estado de Fomento, Pedro Saura, tras la reunión de la sociedad en la ciudad portuaria.

Además, el nuevo acuerdo contempla dejar «todo preparado» para poder ampliar el soterramiento a 3,3 kilómetros en una segunda fase, que no está presupuestada ni tiene plazos. Asimismo, el secretario de Estado avanzó que mientras se llevan a cabo los trabajos sobre los 800 metros previstos, se instalará una vía provisional electrificada y ancho mixto para no interrumpir el tráfico ferroviario y poder utilizarla ya para la llegada de la alta velocidad y la renovación de los trenes de cercanías.

Sobre la financiación de la segunda fase de soterramiento, Saura explicó que tendría el mismo reparto del gasto que el acuerdo de 2006 (50% el Ministerio, 25% el Gobierno autonómico y 25% el local) y afirmó que la contaminación de los terrenos de El Hondón no afectará a las obras, ya que «el trazado ferroviario bordea los suelos tóxicos».

Sobre posibles retrasos, el secretario de Estado afirmó que los plazos previstos se mantendrán y avanzó que se prevé licitar el proyecto antes de que caduque en diciembre de este año la declaración de impacto ambiental. También adelantó que en los próximos días se presentará la propuesta de ADIF para remodelar la estación de ferrocarril de Cartagena, que supondrá una inversión de 5 millones de euros.

El pacto también incluye proponer al Ministerio de Fomento un nuevo estudio informativo para sacar los convoyes de mercancías de la ciudad a través de una variante que conecte la futura zona de actividades logísticas (ZAL) de Los Camachos y la dársena de Escombreras. No obstante, Saura incidió en que este proyecto no compete a la sociedad Alta Velocidad y reconoció que hasta que no se ponga en marcha ese desdoblamiento de las vías, las mercancías llegarán a la misma estación que los pasajeros.

Un acuerdo «histórico»

Tras la reunión de la sociedad Alta Velocidad, junto a Saura, también comparecieron el consejero de Fomento, Patricio Valverde; y la alcaldesa Ana Belén Castejón. Para el político autonómico, el acuerdo es «histórico» y valoró positivamente que las vías provisionales durante el soterramiento sean electrificadas, tal y como defendía su partido, el PP.

Por su parte, la regidora cartagenera recordó que la decisión adoptada cumple rigurosamente la resolución aprobada por unanimidad en el pleno municipal sobre la llegada del AVE.

Finalmente, Saura destacó que el acuerdo genera «mucho más consenso» que las opciones elegidas por los anteriores gobiernos.