Seis personas han sido detenidas como presuntas autoras de los delitos de tráfico de droga y de pertenencia a organización criminal, tres de ellos detenidos en 2018 cuando pretendían introducir 840 kilogramos de hachís en aguas de Cabo de Palos, informa la Guardia Civil de Murcia.

La operación 'Despedido' ha desarticulado una organización dedicada a la introducción de hachís desde Marruecos, a través del Mar Menor, que ha culminado con la detención de tres personas en Murcia, una en Almería, otra en Barcelona y la sexta en Tarragona.

Se han incautado de una embarcación de recreo, tres turismos, 7.000 euros y abundante material tecnológico como sistemas de navegación GPS, teléfonos móviles y satelitales, y tarjetas de telefonía móvil.

El cabecilla, de 41 años, es un marroquí asentado en Almería y con sólidos contactos en Marruecos y en España, que contaba con una importante solvencia económica para afrontar los envíos de droga con seguridad y regularidad. Esta persona fue detenida en su domicilio almeriense.

El resto de sospechosos mantenían con este vínculos de familiaridad o de amistad, relaciones personales que favorecían que el grupo fuese hermético, ya que solo empleaba a personas con dificultades económicas para llevar a cabo la parte más arriesgada de las operaciones, la tripulación de las embarcaciones y la descarga de la droga a tierra.

Otro de los registros, practicado en un domicilio del municipio tarraconense de Vilaseca, ha permitido la detención de otro de los miembros del grupo criminal, un ciudadano español, de 24 años.

Recientemente, la Guardia Civil ha llevado a cabo el registro de un inmueble en Martorell (Barcelona), domicilio de uno de los máximos destinatarios de droga en territorio nacional, un ciudadano marroquí, de 36 años, que ha resultado detenido.

Según se desprende de la investigación, utilizaban un mismo modus operandi, de tal forma que organizaban sus tareas delictivas con la carga de la droga, en una línea de costa cercana al mar territorial, en una embarcación de recreo que después tripulaban hasta el interior del Mar Menor donde la amarraban en uno de los tradicionales puntos sin control administrativo.

Después, remolcaban la embarcación con potentes vehículos hasta una vivienda próxima, que mantenían en régimen de alquiler en la zona.

El inmueble, además de ser empleado como 'guardería' de la droga, era utilizado para ocultar vehículos y embarcaciones, así como para la estancia ocasional de alguno de los miembros del grupo criminal.

Las diligencias están siendo instruidas en el Juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena, que ordenó el ingreso en prisión preventiva de 5 de los 6 arrestados.