El barrio cartagenero de Los Mateos ha pasado más de dos décadas «abandonado» por las autoridades, denuncian los propios habitantes a través del presidente de la asociación de vecinos, Francisco García. Si bien, este representante destaca que el Ayuntamiento de Cartagena «se ha puesto manos a la obra en los últimos cuatro años». Aunque reconoce que «en tan poco tiempo y con pequeñas inversiones no se puede revertir la situación de exclusión que sufre la zona». Por eso, vecinos y entidades sociales como la ONG Rascasa demandan a la administración que elabore un programa de rehabilitación «integral», que saque al barrio de la marginación. Está previsto que la edil de Servicios Sociales, Mercedes García (PSOE), visite hoy Los Mateos para reunirse con los vecinos. El motivo de la cita, según el Ayuntamiento, es explicarle a los residentes la nueva convocatoria de ayudas europeas a la que va a optar el Consistorio, que ya anunció en enero que la recuperación de este barrio y la de Santa Lucía y Lo Campano quedaba a expensas del dinero de Bruselas.

Por el momento, el Ayuntamiento ya ha desarrollado alguna mejora en el barrio a través del Manifiesto Fénix, una iniciativa puesta en marcha hace cuatro años que también ha servido para adecentar Santa Lucía y Lo Campano. Entre las actuaciones hechas en Los Mateos se encuentra la reforestación del entorno del Castillo de Los Moros, la reforma del local social, la recuperación del Molino de Las Piedras, el arreglo de baches o la creación de nuevas plazas, como la de Palo VI (frente a la iglesia), que se está terminando de enlosar esta semana.

De todos modos, los residentes lamentan que estos «parches» no le sirven al barrio. Así, los habitantes y las entidades sociales reclaman de forma «urgente» que se elabore un proyecto que contemple una intervención a largo plazo. En él demandan que se coordinen esfuerzos de todas las concejalías, con el fin de mejorar el entorno urbano de Los Mateos y las oportunidades laborales y de formación de la gente.

En cuanto a lo más urgente, echan en falta que se mejoren aspectos como las aceras, el asfaltado de calles o la iluminación. Pero el problema de fondo reside en las necesidades de los habitantes del barrio. Según el censo de 2018, viven en esta zona de Cartagena 2.050 personas. Entre ellas hay 457 de origen extranjero. Además, hay una zona de casas junto al castillo que sigue en un limbo legal. LA OPINIÓN informó hace un año de que se habían contabilizado hasta 200 viviendas ilegales en las inmediaciones del cerro. «La mayoría de los vecinos están en el paro», apunta García. Desde la asociación Rascasa confirman que hay un rechazo de los empresarios a contratar gente de Los Mateos porque «históricamente» se ha «estigmatizado» al barrio. Respecto a esto, ahondan en que la división geográfica que hace la vía del tren FEVE ha sido «determinante» para excluir este enclave del resto de Cartagena. Por eso, consideran «vital» que el nuevo trazado ferroviario -que se confeccionará próximamente por la llegada del AVE- contemple la retirada de la línea de ferrocarril estrecho, que conecta la ciudad con el Mar Menor.

Según los habitantes, todos estos problemas han provocado que la supervivencia de muchas familias dependa de las ayudas de Servicios Sociales o de la labor que desempeñan las ONG. La alcaldesa de Cartagena. Mientras tanto, el trabajo de estos organismo no consigue atajar la «altísima» tasa de absentismo escolar que detecta Rascasa. Esta entidad admite que el Ayuntamiento tiene en marcha un servicio para controlar que los niños vayan a la escuela, pero resalta que el mismo «no está teniendo una incidencia importante de éxito». Por ello, propone que se combine esta iniciativa municipal con nuevos programas más específicos. Además, la ONG detecta que es necesario que haya una apuesta por mejorar la empleabilidad de la población, con el fin de que la regeneración del barrio no sea solo urbanística.