El empresario de Balsapintada Tomás Olivo, uno de los hombres más ricos del país y dueño de la mayor bolsa de suelo urbano en Cartagena, anunció ayer, junto a la alcaldesa de la ciudad, Ana Belén Castejón (PSOE), que iniciará en quince días la edificación de casi 1.700 viviendas en el sector Rambla. El desbloqueo de este proyecto se produjo ayer mismo, tras ser aprobado por la Junta de Gobierno Local. Esta inversión, que según el promotor generará un millar de empleos, llevaba paralizada desde hace más de 25 años por los recursos de los propietarios afectados por el diseño del vial que atraviesa la zona y por los fallos topográficos del plano urbanístico efectuado en su día por el Consistorio.

La desactivación del bloqueo de la construcción del sector Rambla se produce en mitad de la parálisis urbanística que sufre Cartagena. El municipio se rige en la actualidad por un plan de ordenación urbana que data del año 1987, el cual deja a los promotores con un normativa que impide edificar nuevas viviendas. Precisamente, fue el propio Olivo en junio de 2016 el que tumbó en el Tribunal Supremo el plan que había vigente, que databa del año 2011. Desde entonces la administración ha intentado, sin éxito, sacar adelante unas medidas transitorias para reactivar la construcción.

En este impás, los principales perjudicados están siendo los pequeños promotores. Miguel Martínez, presidente de la Cámara de Comercio y de la asociación comarcal de Empresarios de la Construcción, muestra su «alegría» por la riqueza que generará el proyecto, pero también su «enfado» con la forma en la que el Ayuntamiento ha otorgado el permiso. «A los empresarios nos gustaría que Castejón nos diese las mismas facilidades que le ha dado a Olivo. Parece que no todos tenemos las mismas reglas. El Consistorio lleva dos años sin hacer nada por los pequeños constructores, que somos los que siempre hemos trabajado por Cartagena», concluye Martínez.

En cuanto al sector Rambla, Olivo expone que la construcción de las casas se producirá de forma escalonada. Tiene previsto que las primeras viviendas estén terminadas en dos años y medio. Destaca también que sus terrenos tienen la mitad de edificabilidad que las parcelas colindantes. Hará bloques de diez plantas.

Con el acuerdo suscrito ayer por la Junta de Gobierno se vuelve a dar vigencia al convenio urbanístico del plan parcial Rambla aprobado por el pleno municipal en 1989. En él se estipula que la empresa de Olivo, Cartagena Parque, cederá 300.000 metros cuadrados y ejecutará parte de las obras para hacer en ese espacio un parque público, que sería el más grande de la ciudad. El mismo se encontrará entre el centro comercial Eroski y el campamento festero de Cartagineses y Romanos. También tendrá que hacer un aparcamiento público de más de un millar de plazas, que irá a continuación del estacionamiento de Eroski, lindando con el nuevo parque. Asimismo, el empresario urbanizará el acceso a Cartagena por la avenida del Cantón, entre la carretera de Tentegorra y el puente del estadio Cartagonova, a cambio de lo que Olivo recibía el aprovechamiento urbanístico. Igualmente, pese a no estar obligado a ello, el promotor de Fuente Álamo mejorará el entorno urbano del Palacio de Deportes y del hipermercado.