La situación de las autocaravanas en el aparcamiento frente a la playa de La Chapineta , en La Azohía, lejos de encaminarse a una solución va empeorando cada día que pasa. Las quejas vecinales han arreciado ante la falta de soluciones por parte del Ayuntamiento y alertan de que el problema está yendo a peor con la presencia incluso de caravanas equipadas como consultorio médico que se han instalado también en la explanada junto a la ladera de los montes de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán.

La situación es «límite», según los vecinos, y desde la Asociación de Caravanistas de la Región (ACMUR) ya han reclamado al Gobierno municipal que controle y regule este aparcamiento. Tanto es así que la presidenta del colectivo, María del Carmen Ruiz, lamenta la «dejadez» del Ejecutivo ante un turismo que está cada vez más en auge. De hecho, hace poco más de un año la Asociación Española de Autocaravanas y Campers (Asespa) ya se fijó en Cartagena como un destino «top» en España.

«El turismo de autocaravana es un negocio para la zona donde se instalan los vehículos», recalca Ruiz, aunque matiza que «sin control, también puede llegar a ser perjudicial». Y es que, según denuncian los residentes de La Azohía, «el descontrol sobre la gestión de residuos es tal que, en ocasiones, se ha visto a los campistas tirar las aguas grises (generadas de la ducha, el lavabo o el fregadero) y negras (fecales) a las ramblas cercanas e incluso al mar, ya que no hay depósitos para estos residuos en las proximidades del parking. En este sentido, Ruiz señala que «esto es lo verdaderamente preocupante porque empaña la imagen del autocaravanismo y no hay derecho».

Por ello, urge al Ayuntamiento a incrementar la vigilancia en el aparcamiento de La Chapineta y sancionar si debe sancionar. Además, puntualiza que según los municipios, la estancia máxima en un mismo lugar es de 48 a 72 horas, cuando en la zona de La Azohía los campistas llegan a estar temporadas de hasta meses.

Una posible solución, además de incrementar el control sobre esta práctica por parte del Gobierno municipal, pasa por, como defiende la presidenta del colectivo de autocaravanistas, habilitar algún punto de gestión de residuos en la zona y un servicio de agua, para evitar daños al medio ambiente.

Por su parte, el Ayuntamiento, de momento, sigue sin anunciar qué hará para solucionar este problema.