La situación del solar junto a la playa de La Chapineta que sirve de aparcamiento de autocaravanas durante el inverno ha llegado a niveles «descontrolados», según los vecinos. Y es que, hasta un portal web lo anuncia como un parking para este tipo de vehículos, de entre los 30 que recogen en la Región. La web sitúa el aparcamiento en la Carretera de La Azohía e incluye fotos y hasta un vídeo del terreno, en la ladera de las montañas.

El anuncio señala que se trata de un emplazamiento con cubos de basura -los propios de la red municipal de contenedores- y matiza que no se permiten actividades de campamento. No obstante, también incluye que la capacidad máxima del parking es de 50 vehículos y que la longitud máxima por autocaravana será de 12 metros. Sobre la estancia máxima, el portal recoge que es tiempo de permanencia es «ilimitado».

Asimismo, el sistema de valoración de la web le otorga una nota de 6,4 sobre 10, en virtud de los comentarios de los usuarios. Entre los mismos, destacan algunas críticas sobre la falta de servicios del parking, y es que el lugar carece de las instalaciones propias de un aparcamiento regulado para autocaravanas. De hecho, muchos usuarios hablan de la falta de agua, aunque destacan la cercanía de un supermercado y de restaurantes.

Uso de lavapiés

Precisamente, la escasez de agua motiva, según los vecinos, que los campistas acudan a los lavapiés instalados para el verano, que aún se mantienen en servicio en La Chapineta, para recargar garrafas de agua que luego utilizan en sus autocaravanas. «No entendemos cómo los lavapiés siguen en funcionamiento cuando siempre se han retirado o se ha cortado el agua para no hacer un mal uso de los mismos», recalcan los residentes.

Asimismo, también critican que, aunque se trata de un terreno privado y parece que el dueño permite el aparcamiento a los vehículos, abrir toldos o sacar mobiliario al exterior no está permitido, ya que es un acto de acampada y éste no está regulado.

De hecho, los propios usuarios del portal web así lo recogen en sus comentarios. Alguno habla de que sacar un par de sillas al exterior no está mal visto por los habitantes, pero que desplegar toldos o un mobiliario más abultado puede acarrear algunas protestas vecinales.