Una década en estado vegetativo. Así se encuentra Margarita Espallardo, una cartagenera de 52 años, casada y con dos hijos, por los daños cerebrales sufridos en una intervención quirúrgica. Lo recoge una sentencia judicial que fija como origen de las lesiones las complicaciones surgidas al ser intubada y que provocaron que estuviera sin oxígeno durante unos 20 minutos.

Los hechos ocurrieron en 2010, cuando la paciente acudió al Hospital del Rosell por unos nódulos en la glándula tiroides. Las listas de espera del centro cartagenero hicieron que la médico que la atendió propusiera derivarla al Hospital de Molina de Segura, centro de titularidad pública y gestión privada, para adelantar su operación. Debido a que llevaba cuatro meses esperando la intervención, la mujer y la familia aceptaron el cambio.

Una vez en el Hospital de Molina, según la sentencia, los anestesistas de la operación ignoraron el aviso de un informe preoperatorio que concluía que la paciente había sufrido problemas con la intubación en una cesárea anterior. Además, según el fallo, Espallardo fue visitada por el servicio de Anestesiología del centro, en cuyo informe constan «complicaciones anestésicas: dificultad intubación», tal y como recoge una información de El País. Los juzgados responsabilizan a los dos anestesistas que la atendieron en el Hospital de Molina y conceden a la mujer y su familia una indemnización de 1,62 millones de euros.

Recurso interpuesto

No obstante, la parte demandada ya ha interpuesto un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid. La aseguradora de los anestesistas alega que la causa de la complicación fue un broncoespasmo ocurrido durante la operación, que elude de responsabilidad a los especialistas. Sin embargo, el abogado de la paciente, Rafael Martín Bueno, de la Asociación de Víctimas de Negligencias Médicas (Avinesa), indica que en los informes médicos obligatorios en cada operación, la palabra broncoespasmo sólo aparece después de tres intentos de intubación y un cuarto de respiración con mascarilla de oxígeno. Además, Martín Bueno recuerda que en la primera vista, los anestesistas ya alegaron que el fallo se produjo por un broncoespasmo producido por la medicación de la anestesia, algo desmontado por el letrado ya que en la historia clínica no aparecía tal complicación.