A partir de las diez y media de ña mañana de hoy se celebra de la Romería de bajada de San Antonio Abad desde el cementerio al barrio cartagenero al que da nombre. Si bien, el cortejo no se lucirá tanto como otros años, salvo sorpresa de última hora.

El problema reside en que la hermandad de romeros se ha visto prácticamente obligada a dejar guardados varios enseres empleados en esta comitiva religiosa. Los artilugios los guardan en un despacho, reconvertido en trastero, que se encuentra en el Casino Cultural del barrio. Explican que la asociación de vecinos les ha dicho que si sacan las cosas que tienen guardadas en la habitación ya no podrán volverlas a meter en ella. Allí se guardan algunos adornos del trono y al menos una decena de varas que son portadas por las personas que acompañan al santo. Ayer tuvo incluso que acudir la Policía ante la llamada de los devotos, tras producirse una fuerte discusión verbal entre éstos y directivos de la asociación vecinal. Los romeros aseguran que la actual directiva les está «boicoteando» por rencillas personales. De hecho, algunos de ellos han sido expulsados de la asociación vecinal.

Asensio Albaladejo, presidente de la asociación de vecinos, destaca que los romeros no pueden llegar al Casino «imponiendo», «como si fueran los dueños del cortijo». Argumenta que faltan habitáculos en el Casino para dar cabida a la «gran cantidad» de colectivos del barrio; y considera que no se puede tener un despacho «infrautilizado» para guardar chismes. No obstante, los vecinos tienden la mano a los romeros y les piden que hagan una petición formal por escrito indicando qué espacio necesitan y para qué uso, con el fin de poder encontrar una solución. Ambos reclaman al Ayuntamiento que medie para resolver esta situación.

Al margen de este altercado, cabe resaltar que las fiestas patronales del barrio han empezado y las planchas de pulpo ya están en la calle. El punto álgido de la festividad tendrá lugar el próximo jueves, día 17, cuando se celebrará la bendición de los animales.