El cartagenero Víctor Javier Navarro Iñíguez, más conocido por los lectores de LA OPINIÓN por 'el agente amigo', debido al nombre del blog y columna que aquí escribe, dará una ponencia sobre el poder de las redes sociales en la religión en el próximo VIII Congreso Internacional de Tecnología, Ciencia y Sociedad de Lisboa, que tendrá lugar en la ciudad lusa del 10 al 11 de enero.

Víctor J. Navarro es Criminólogo, Profesor Tutor de la Universidad Nacional a Distancia (UNED) y agente de la Policía Local de Cartagena. Además colabora con diversos medios como éste, además de participar en el programa Código 112 en 7TV, Murcia.com, Onda Regional de Murcia, Radio 4G, COPE; Onda Cero o Cadena SER.

Resumen de su ponencia

Este es el resumen de su ponencia, disponible en la web del Congreso:

"En pleno siglo XXI parece que las distintas creencias religiosas deben de adaptarse cada vez más a las necesidades que la sociedad demanda.

Sin duda ese proceso de conversión hacia un modelo informativo de Religión 2.0 es bastante difícil, y más aun dentro de un modelo social que cada vez más se sienten menos identificados con la religión desde el punto de vista doctrinal.

Es vital que la información sobre las confrontaciones entre las religiones que históricamente mantienen un conflicto en los distintos países de Europa y Oriente Medio, sea una comunicación veraz y fiable, y no tengan como objetivo el odio hacia una determinada doctrina.

Nos encontramos inmersos en un momento donde las redes sociales marcan las líneas de intercambio de información básico dentro de la población, aunque en ocasiones lo prejuicios pueden caer en el error de generarse una tercera inquisición que provoque una sociedad de odio.

La ciencia y la religión, históricamente no han ido de la mano dentro de sus andaduras, aunque la ciencia de la comunicación y el intercambio de información puede suponer la llave donde las religiones de mayor representación (Catolicismo, Judaísmo e Islam), y favorecer el respeto de todo tipo de creencias.

Por otro lado, es destacable como utilizan determinados "lobos solitarios" extremistas, utilizan esta ciencia para adoctrinar a pupilos, siendo un delito contemplado en el código penal español."