La mayor zona turística de la Región de Murcia continúa alzando la voz por su estado de abandono. Una vez más, los vecinos de La Manga piden una solución para una serie de problemas, tanto de estacionalidad, como de servicios, pero sobre todo de inversión; y apuntan con el dedo a los tres organismos competentes: el Ayuntamiento de San Javier, el Ayuntamiento de Cartagena y el Consorcio de La Manga. Para la Asociación Vecinal de Cultura, Deportes y Ocio de La Manga, estas tres administraciones (a las que se suma la Comunidad Autónoma) son las responsables de lo que sucede en el cordón litoral. El Consorcio, creado como una correa de distribución para organizar y distribuir los recursos de la zona, es un sistema fallido, tanto para los vecinos como para los empresarios, creen que no existe ningún tipo de coordinación los consistorios, y que el Gobierno regional (que permanece fuera del Consorcio) también debería estar implicado.

«El Consorcio es la excusa para no invertir un duro en La Manga», señalan desde la AVCDO, un organismo fundado el pasado verano como la escisión de otra asociación de vecinos ya existente. Gimena Bertachini, su presidenta, tiene claro que es un problema de inversión, y lamenta que, de los últimos tres años, solo en el primero se cumplieron sus expectativas. «Este año la inversión real ha sido cero. La mitad de nuestras peticiones no se arreglan, y hay cientos de millones de euros que no sabemos donde están», apunta. Dejando a un lado los servicios más elementales, como la limpieza de las playas, consideran que La Manga tiene una serie de necesidades que no se ven satisfechas, y que deberían contribuir a paliar la estacionalidad de la zona.

Bertachini, que hoy ejerce la presidencia de esta asociación, es una argentina que lleva dieciséis años viviendo en La Manga, y once colaborando en temas vecinales. Una de sus propuestas es que se lleve a cabo un Plan de Dinamización del Comercio, que conlleve una bajada de impuestos para todas aquellas personas que mantengan su negocio abierto durante todo el año, y no exclusivamente durante en los meses de verano.

En cuanto a los servicios, lamentan que existen un descontrol patente. Antes había 40 personas trabajando sistemáticamente durante todo el año en La Manga; y ahora ese trabajo lo hace gente de fuera. «Queremos funcionarios implicados en La Manga, no gente que venga, trabaje sus cuatro horas y se largue», lamentan.

El foco está puesto en las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2019. Antes de los comicios, la AVCDO ya se ha reunido con el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, pero aún siguen a la espera de que les reciba la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón. «Estamos deseosos de entrevistarnos con ella», señalan. También apuntan que quieren reunirse con el resto de partidos que se presenten a las elecciones del próximo mes de mayo, pero no se contentan con que existan acuerdos de palabras. «Queremos ver reflejado el compromiso con La Manga en el texto programático de los partidos», apuntan.

Aunque las cosas con el Ayuntamiento de San Javier tampoco funcionan bien, creen que el problema más grave está en la zona de Cartagena, sobre todo en cuanto a la coordinación. Se quejan de que las señales de tráfico están oxidadas, y que en el último año lo único en lo que se ha trabajado ha sido en el mirador en El Galúa. «Aquí los vecinos no tenemos garantía de futuro», añaden.