La reproducción y dieta del lobo marino, la deglaciación de las islas antárticas, la actividad de los volcanes submarinos y el impacto de parásitos y contaminantes sobre el sistema inmune de los pingüinos son algunos de los proyectos científicos previstos en la trigésima segunda campaña antártica española que arrancó ayer con la salida del Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides desde el muelle de la Curra.

En total, en esta campaña se llevarán a cabo 24 proyectos de investigación: 18 financiados por la Agencia Estatal de Investigación, uno por la Agencia Estatal de Meteorología, otro por el Instituto Hidrográfico de la Marina, y cuatro más que forman parte de series históricas de vigilancia (basadas en registros y recogida de datos).

Junto a estos proyectos, las instalaciones científicas españolas también darán apoyo a investigaciones internacionales de Colombia, Reino Unido, Chile, Noruega, Brasil y Portugal.

En la campaña trabajarán unas 130 personas (entre personal científico y técnico) que se trasladarán al continente antártico en el Hespérides y en el Sarmiento de Gamboa, que salió en noviembre desde el de Vigo.

Si todo va según lo previsto, el Hespérides surcará las aguas antárticas durante unos 80 días y tiene previsto el regreso a su base en Cartagena el 26 de junio. Durante su travesía a la Antártida, el buque recalará en los puertos de Montevideo (Uruguay) y Ushuaia (Argentina) para posteriormente poner rumbo a las islas Shetland del Sur con el fin de dar apoyo a las bases antárticas españolas 'Juan Carlos I', que dirige y gestiona el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con el personal de la Unidad de Tecnología Marina (UTM), y la 'Gabriel Castilla', que dirige y gestiona el Ejército de Tierra.

El acto de despedida del Hespérides, que contó con las habituales muestras de cariño de familiares y amigos sobre los tripulantes y científicos que se desplazan a la Antártida en el buque, estuvo presidido por el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Teodoro López, y finalizó con el izado de la bandera conmemorativa del V centenario de la primera circunnavegación a cargo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.

De esta forma, el Hespérides posee un distintivo que le acredita como parte del Grupo de Buques del V Centenario al ser una de las unidades de la Armada en servicio que ha completado la vuelta al mundo.

En este sentido, el capitán de fragata José Emilio Regodón, comandante del buque, confesó el «orgullo» que representa para la tripulación «mantener el legado vivo» iniciado por la expedición de Magallanes y Elcano hace medio milenio, y que convirtió a la Armada española en una «marina científica y aventurera» que llevó a la humanidad a una frontera del conocimiento comparable a lo que hoy es la NASA.

Por otro lado, preguntado por el barco, López reconoció que el Hespérides, flotado en el año 1990 en el actual astillero de Navantia de Cartagena, está «llegando al final de su vida útil», pero recordó que su principal misión es científica y que, por lo tanto, la decisión de cambiarlo por otro buque nuevo también depende del CSIC. «El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades tendría que decir mucho sobre esto», dijo el Ajema.