La Asociación Naturalistas del Sureste (ANSE) está sustituyendo parte de la caña invasora por arbustos autóctonos en el espacio protegido de La Muela-Cabo Tiñoso. La propia organización indicó por medio de un comunicado que el control y la erradicación de la caña constituye «uno de los objetivos prioritarios del proyecto 'Adaptación al Cambio Global de ecosistemas de rambla en ambientes semiáridos a través de la restauración ecológica', que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Convocatoria de Ayudas para la realización de proyectos en materia de adaptación al cambio climático 2017».

El proyecto permitirá eliminar la caña en varios tramos de las orillas de la rambla del Cañar, en una longitud total aproximada de un kilómetro y más de 6.000 metros cuadrados de superficie, y su sustitución por especies de árboles y arbustos autóctonos como el lentisco, palmito, aladierno, baladre, taraje, espantalobos, mirto, álamo blanco y olmo entre otros.

Y es que, la rambla del Cañar, localizada en el interior del espacio protegido Sierra de La Muela-Cabo Tiñoso, constituye «uno de los mejores ejemplos en el litoral de la Región de espacio colonizado por la caña, que se está extendiendo a lo largo de todo el cauce y hacia el interior de las zonas agrícolas en proceso de abandono, evitando el desarrollo de la vegetación autóctona», afirmaron.

Así, para la eliminación de la caña se está procediendo primero a la trituración de la parte aérea de la planta, arrancando posteriormente las raíces y rizomas para su triturado igualmente, en colaboración con el Ayuntamiento. De esta forma, «se favorecerá la conservación de los ejemplares de árboles y arbustos autóctonos que ya crecen entre los cañaverales en diversos puntos y se ha iniciado la plantación de nuevos ejemplares», indicaron desde ANSE.

El pasado fin de semana, voluntarios de la organización, de ADELA y ARBA plantaron los primeros 100 ejemplares y durante los próximos días y semanas ANSE y diferentes equipos de voluntarios seguirán eliminando caña y realizando nuevas plantaciones.

La asociación de naturalistas hará también trabajos de mantenimiento de las zonas de actuación durante al menos un año para garantizar la supervivencia de las plantaciones, y para eliminar los rebrotes de caña que se producirán tras los trabajos de control inicial.