Diez parcelas de propiedad municipal a subasta. Es lo que aprobó ayer la Junta de Gobierno local dando luz verde a las bases de licitación de la venta, que se estima tendrá un importe total de 3.511.944,97 euros, según indicaron fuentes del propio Ayuntamiento por medio de un comunicado.

La medida del Consistorio se produce apenas unos días después de que la alcaldesa Ana Belén Castejón diera por perdidas las normas transitorias urbanísticas sobre las que se ha trabajado durante dos años entre Gobierno local, regional y empresarios, y que han quedado estancadas tras un informe del Consejo Jurídico de la Región que limitaba la puesta en marcha de trece proyectos previstos de gran calado.

«Tenemos que seguir dinamizando el desarrollo urbanístico de nuestro municipio ante el fiasco de las normas transitorias. Estas parcelas son edificables y no estaban sometidas a dichas normas, por lo que no hay ninguna dificultad en construir en ellas», destacó la regidora, quien también es la concejala del área de Territorio, Proyectos Estratégicos, Ciudad Inteligente y Vivienda.

Además, con esta actuación también se pretende incentivar la renovación urbana del municipio. «Es importante establecer mecanismos que incentiven la participación de la iniciativa privada en este proceso, junto a las actuaciones que nosotros estamos llevando a cabo y por eso hemos puesto en marcha este proceso», destacó Castejón.

Las diez parcelas se ubican en zonas alejadas del núcleo urbano. Así, los terrenos se encuentran en El Algar, donde se enajenan dos parcelas; el Barrio de la Concepción; Los Ventorrillos; Los Urrutias; El Bohío; Molinos Marfagones; Cabo de Palos y Mar de Cristal, donde también se ponen en venta otras dos parcelas.

La venta de estos terrenos permitirá la construcción de 112 viviendas, «contribuyendo de esta forma a la dinamización de estos barrios y diputaciones», precisaron desde el Ayuntamiento.

Todas las parcelas son residenciales, menos una de las situadas en Cabo de Palos, que está destinada a uso terciario y que cuenta con 1.211 metros, de los que se pueden edificar 707.

Los terrenos a subastar proceden de la cesión obligatoria del 10% y se pueden construir sin necesidad de procedimiento de planeamiento urbanístico porque son parcelas ya contempladas como residenciales.

El Gobierno local busca así reactivar la construcción en el municipio, una vez que la ventana que podían permitir las normas transitorias al Plan General de Ordenación Urbanística ha quedado, de momento, cerrada.

Dos años perdidos

De hecho, la situación llevó esta misma semana a los empresarios a afirmar que el dictamen del Consejo Jurídico «cierra todas las ventanas y puertas» para el desarrollo de la ciudad durante los próximos cuatro o cinco años, por lo que consideraron que está figura de planeamiento ha «fallecido».

En declaraciones a los medios, el presidente de la Cámara de Comercio, Miguel Martínez, reconoció que los empresarios de la comarca están «muy decepcionados» porque se ha llegado al final del recorrido de las normas transitorias y «parece que no han valido para nada» las reuniones que han mantenido con las administraciones durante los dos últimos años.

Estudian cómo desbloquear el solar de Licor 43

Ante el varapalo del dictamen del Consejo Jurídico de la Región de Murcia a las normas urbanísticas transitorias, el Ayuntamiento, junto a la subasta de diez parcelas municipales, se ha puesto manos a la obra para ver de qué forma puede desbloquear proyectos previstos en el municipio. De esta forma, esta misma semana, la alcaldesa Ana Belén Castejón habló de la posibilidad de reactivar construcciones mediante modificaciones puntuales del planeamiento urbanístico. Según fuentes municipales, una de esas promociones sería la prevista en el antiguo solar de la fábrica de Licor 43, en el barrio de San Antón. Precisamente, en esta zona, el Ayuntamiento dejó ayer instalada una marquesina de autobús (como se ve en la foto). No obstante, otros proyectos como el de Adoratrices, junto al Paseo, aún se mantendrán paralizados.