Investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y una empresa de fertilizantes han desarrollado un nuevo protocolo para aplicar calcio a los cultivos hortofrutícolas en riego localizado mediante sulfato cálcico, que evita la contaminación por nitratos en suelos al reemplazar el nitrato cálcico donde no se precise más abono nitrogenado o en cultivos ecológicos. La UPCT ha señalado que este desarrollo entre la Escuela de Ingeniería Agronómica y la Sulfato Cálcico del Mediterráneo, del Grupo Torralba, se ha llevado a cabo en los últimos cuatro años con financiación de la empresa y la colaboración en los cultivos de nectarina, limón, uva de mesa ecológica, mandarina y manzana de la Región.

El sulfato cálcico se utiliza como fertilizante y para mejorar la textura de los suelos agrícolas, además de reducir la salinización de los suelos debida al uso habitual de aguas de alto contenido en sales. En los últimos años se vienen utilizando estas aguas de mala calidad en la mayor parte del Sureste. Este uso ha provocado la salinización de gran parte de los suelos. La nueva metodología y protocolo de aplicación sustituye el nitrato cálcico de síntesis en fertirrigación por sulfato cálcico, un producto ecológico y natural. A la ventaja medioambiental, se une el menor precio del sulfato cálcico, ha indicado el investigador responsable, Francisco Artés.

El desarrollo, según ha resaltado Artés, tiene especial importancia para la inmensa mayoría de los cultivos del Valle del Guadalentín, del Campo de Cartagena, la Vega Media y la comarca del Noroeste, donde se han realizado los ensayos, ya que evita la contaminación por nitratos de suelos y aguas.

Mejora para 30.000 hectáreas

Mejora para 30.000 hectáreasSólo en el entorno del Mar Menor, área calificada por la consejería de Agricultura como vulnerable, se cultivan unas 30.000 hectáreas de frutas y hortalizas.

La empresa Sulfato Cálcico del Mediterráneo S.L. está dedicada a la comercialización del sulfato cálcico dihidratado, a veces denominado yeso agrícola, que se extrae en las canteras de la localidad almeriense de Sorbas, propiedad del Grupo Torralba.