Más del 66 % de los dependientes en España son atendidos por sus familiares. Pero el panorama comienza a cambiar, ya que los principales cuidadores de las personas que requieren atención permanente «son delegados a empleados de hogar, personas que carecen en su mayor parte de la cualificación necesaria». Así consta en las conclusiones de la comunicación del profesor del departamento de Ciencias Jurídicas de la UPCT, Djamil Tony Kahale Carrillo, que ha recibido el premio principal en el congreso internacional de la Asociación Española de Salud y Seguridad Social (AESSS).

La comunicación, titulada La prestación económica para cuidados en el entorno familiar y la Seguridad Social de cuidadores no profesionales, advierte de que las ayudas económicas a familiares no garantizan la calidad de los cuidados, «ni siquiera que las cantidades entregadas se dediquen a la finalidad, así como que las mismas suelen destinarse de forma mayoritaria a las mujeres cuidadoras; lo que dificulta su acceso o permanencia en el mundo del trabajo».

El profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social señala que la prestación económica para cuidados familiares se suele dar, de manera excepcional, cuando el beneficiario está siendo atendido por sus familiares y cuando se dan condiciones adecuadas de convivencia y de habitabilidad de la vivienda.