La presidenta de Navantia, Susana Sarriá, dijo ayer que las negociaciones para el convenio colectivo único en los astilleros públicos marchan «por buen camino» y que entrará en vigor al inicio de 2019 junto al plan estratégico hasta 2022, que espera aprobar también antes de fin de año.

Sarriá compareció en la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados y expresó su confianza en que «la nueva Navantia» dé comienzo en enero, una vez que «la previsión de aprobar el convenio único este año sigue en pie» y su «prioridad» sigue siendo aprobar el plan antes del 31 de diciembre.

La presidenta de Navantia expuso que, junto a su matriz, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), mantiene abiertas dos mesas de negociación con los sindicatos y que la referida al convenio único tiene ya dos tercios de los puntos aprobados. Al final de octubre la dirección de Navantia presentó sus propuestas para el nuevo plan de empleo y de desarrollo profesional con las que intentará alcanzar un acuerdo final.

«En un plazo no muy largo podremos concretar números, entradas, salidas y edades», contestó Sarriá a los diputados que preguntaron sobre bajas incentivadas o jubilaciones anticipadas.

Sarriá defendió también la continuidad del contrato con la Armada de Arabia Saudí para la entrega de cinco corbetas por 1.813 millones de euros antes de 2022, al igual que hizo el presidente de SEPI, Vicente Fernández Guerrero, en la comparecencia previa en la misma comisión parlamentaria. En concreto, Fernández destacó que «hay seguridad absoluta de que el contrato de Navantia para hacer cinco corbetas se ejecutará», y dijo que en enero empezará a construirse la primera embarcación en los astilleros de la Bahía de Cádiz. Hay que destacar que en la factoría de Cartagena se harán los motores de estos buques militares.