Hace unos días fallecía Manuel Antonio García Candela, alcalde de Cartagena durante la Transición y uno de los últimos regidores de la época pre-democrática. Por este motivo he creído conveniente recordar su figura y algunos de los hechos acaecidos en nuestra ciudad en el tiempo que ostentó su cargo.

Cartagenero de nacimiento, abogado en ejercicio y marino de profesión, García Candela fue elegido el 25 de enero de 1976 tras una votación en la que tuvo como contrincante al conocido médico Ángel Abengoechea Larraz, y tomaba así el relevo de Luis Roch Sánchez.

Como bien manifestó nada más ser elegido, ser alcalde era una gran ilusión que cualquier español llevaba en su corazón y que significaba ser útil a la comunidad desde un puesto de responsabilidad. Añadía además nuestro protagonista que su elección testimoniaba su preocupación por la cosa pública, su voluntad de servir a Cartagena y, a través de ella, a España.

El 1 de febrero tomó posesión del cargo, y aunque se le entregó el bastón de mando que le acreditaba como primera autoridad municipal, se da la circunstancia de que el 16 de junio recibió otro que le fue regalado por los veintisiete alcaldes pedáneos de los barrios y diputaciones de Cartagena en un acto celebrado en el Palacio Consistorial.

Fueron diversos los momentos importantes durante su mandato. Así, el 14 de septiembre de 1976 los reyes de España y su hija mayor realizaron una visita a la ciudad para asistir a la botadura de la corbeta ´Infanta Elena´ en las instalaciones de la Empresa Nacional Bazán.

Un mes después, fue el ministro de Trabajo, Álvaro Rengifo, el que visitó Cartagena, ocasión que fue aprovechada por García Candela para solicitarle una entrevista. Curiosamente, entre los principales temas a tratar estaba el Hospital del Rosell, ya que la Corporación pensaba que su capacidad era insuficiente en comparación con sus necesidades, pues no sólo atendía a Cartagena sino también a su comarca.

En febrero de 1977 me parece importante resaltar la moción que presentó el Ayuntamiento para que la nueva Ley Electoral contemplara la circunscripción local o comarcal en aquellas ciudades o comarcas naturales con censo de población superior a los 150.000 habitantes. Bien es sabido que nuestra ciudad tuvo y sigue teniendo más población que muchas capitales de provincia, de ahí la importancia de la moción pocos meses antes de las primeras elecciones democráticas de junio de ese año.

Entre los proyectos que intentó llevar a cabo, están la estación de autobuses en terrenos del Ensanche, un proyecto de mercado de la calle Gisbert, la apertura de guarderías municipales o el nuevo Museo Arqueológico Municipal, y entre los que inauguró el Pabellón Municipal de Deportes.

Un hecho luctuoso le tocó vivir, el fallecimiento del cronista oficial de la ciudad Ginés García Martínez, que fue víctima de un trágico accidente al caer con su coche al puerto en mayo de 1977, una gran pérdida para la cultura local.

Finalmente, el 2 de junio de ese mismo año se podía leer en la prensa el siguiente comunicado: «Por imperativo del Real Decreto Ley de 8 de febrero del presente año, que regula el ejercicio de actividades políticas y sindicales de los miembros de las Fuerzas Armadas, me veo en la imperiosa necesidad de presentar la dimisión de mi cargo como alcalde de la ciudad de Cartagena».

García Candela, ante la incompatibilidad surgida, hizo firme su dimisión el 27 de junio en un pleno extraordinario, lo que facilitó la proclamación ese mismo día de Bernardo García Pagán, que sería el último alcalde elegido antes de la Constitución de 1978.