La Escuela de Industriales de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) acogió ayer unas jornadas en las que se analizaron las claves para la mejora de la calidad de vida en los comedores escolares. El director de esta facultad, Patricio Franco, explicó que en el encuentro se pusieron de manifiesto los riesgos que entrañan para los niños la «alta industrialización» a la que están sometidos buena parte de los menús escolares.

En concreto, centraron sus preocupaciones en un sistema de conservación empleado en al menos una decena de colegios de la Región, denominado línea en frío. En él, los platos se cocinan en ollas de grandes dimensiones y después se conservan durante un plazo máximo de 21 días a 3-4 grados de temperatura. A la hora de servirlos, se calientan y listo. Según Franco, este método propicia la aparición de intolerancias alimentarias en los pequeños, así como la predisposición a padecer enfermedades más severas en el futuro, como cánceres.

Una empresa referente de este sector explicó ayer a este periódico que este método está avalado por la Universidad de Murcia, y no supone ningún riesgo para la salud. Así, precisó también que en él se emplean los mismos ingredientes que en cualquier otro servicio escolar, y que lo único que cambia respecto a un plato recién hecho en cocina, es que el mismo, una vez elaborado, se ha conservado durante días en una atmósfera protectora, como uno de los productos que se pueden encontrar en los lineales de los supermercados. Además, la compañía destacó que los menús se basan en la dieta mediterránea y que el género fresco lo adquiere en el mercado local.

No obstante, los organizadores de estas jornadas universitarias consideran que este sistema industrial de conservación es «antagónico» a las pautas saludables sobre las que se rige la dieta mediterránea. Por ello, instan a las autoridades, empresas de catering y directores de los colegios a que trabajen para mejorar la calidad de los menús. «Los padres no tienen la posibilidad de elegir el tipo de comida que van a tomar sus hijos, porque es una decisión de los centros. Hay colegios, sobre todo concertados, en los que los directores optan por la opción en frío porque les resulta más rentable y desconocen los riesgos para la salud», concluye el director de Ingeniería Industrial.