Cuando Asdrúbal Janto llegó a la ciudad de Mastia acompañado de sus tropas, no podía imaginar que caería cautivado de una tierra única, rica en recursos y con salida al mar (pincha aquí para ver las imágenes).

Es por ello que los púnicos deciden establecerse en lo que posteriormente pasarían a llamar Qart Hadast, un hito histórico que cada primer sábado de las fiestas de Carthagineses y Romanos - que este año ya van por su vigésimo novena edición - se celebra en distintos escenarios de la ciudad para hacer partícipe a todo el mundo de aquella fundación del año 227 a. C.

No obstante, y aunque la historia siempre es la misma, cada año los festeros se emplean a fondo para ofrecer nuevas singularidades y compartir con el público momentos diferentes a las ediciones anteriores.

En este caso, este año ha supuesto toda una revolución, y es que ayer, la escenificación de la Fundación de Qart Hadast dejó de representarse en tres escenarios distintos, como venía sucediendo años atrás, y pasó a unificarse en un único espacio: el monumental escenario de la explanada del Puerto. Se trata de una instalación colocada donde estaban instalados los cuatro quiscos del paseo del muelle. Cuenta con 12x12 metros, pasarelas de 36 metros a dos alturas y torres de 9 metros de ancho y seis de alto.

«Cuando hicimos la campaña para nuestra candidatura a Consejo, vimos que los festeros reclamaban volver al acto único, ya que hacerlo en tres era incómodo para todos», indicaba el responsable de actos de los púnicos.

«La gente está muy ilusionada, tenemos muy buena ubicación donde cabe mucha más gente y tanto los festeros como el público se pueden sentir más acogidos», explicaba uno de los responsables del acto de la Fundación, Carlos García.

Además, dentro de la representación, se trató de dar «más protagonismo» a los espectadores, tal como narraba el propio García. A través de dinámicas en las que los festeros interactuaron con el público «como si estuviéramos vendiéndoles vino y otras cosas, siempre con la idea de que se sientan arropados y formen parte del espectáculo», detallaba.

Sacrificio ante los dioses

«Otra de las novedades», añadía García, «es que tras el acto en el Puerto nos trasladamos arriba, al Cerro del Molinete, en el que Asdrúbal, junto a todo su cortejo, realiza un sacrificio ante los dioses para pedirles que protejan Qart Hadast y que tengan una muy buena estancia».

Anteriormente se produjo el izado de la bandera carthaginesa en la Plaza del Ayuntamiento.

Acabados estos actos, la fiesta continuó en el campamento festero, donde tropas y legiones acudieron a sus recintos habituales y siguieron su actividad.