Un renovado acto del Encendido del Fuego Sagrado movilizó ayer a más de 4.000 festeros para iniciar las representaciones de las Fiestas de Carthagineses y Romanos. De hecho, una de las pequeñas obras teatrales de la jornada representó una alegoría en el Teatro Romano en la que se invicó a una diosa de la época para que regresara a la vida los días que vivió la ciudad desde su fundación por el pueblo púnico hasta su toma por el imperio romano.

La diosa dio diez días para mostrar la historia de cómo la antigua ciudad de Mastia pasó a ser Qart Hadast y, más tarde, Carthago Nova. Fue el segundo de un ciclo de tres actos que comenzaron en el Cerro del Molinete con otra alegoría, ésta enfocada al mundo carthaginés.

Inició allí el recorrido la llama del Fuego Sagrado, que pasó por las principales calles y plazas del centro, como la plaza San Francisco, que acogió un gran espectáculo de fuego, para llegar al Teatro Romano.

Tras el acto en el yacimiento arqueológico -algo inusual ya que tras su recuperación y puesta en valor apenas se permite hacer uso del Teatro para actos representativos-, la comitiva de vestales y acompañantes se dirigió a la Escala Real del muelle para poner la guinda al acto. Allí, un espectacular castillo de fuegos artificiales sorprendió a los asistentes e incluso a los propios festeros. Y es que, la representación, bajo el nombre 'Encendido de las tres ciudades', logró iluminar toda la dársena de Cartagena gracias a los fuegos pirotécnicos.

Desde la Curra hasta el Faro de Navidad, todo el puerto local quedó bajo la iluminación de los fuegos artificiales en un renovado y acertado acto festero.