El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca, defiende que la Iglesia inmatriculó el cementerio de La Palma para evitar que la gente especulara con la venta de tumbas, nichos o panteones. El obispo hace estas declaraciones tras las quejas vecinales denunciadas por Podemos en este periódico y en el programa de televisión 'La Sexta Columna'.

Francisco Martínez, edil de la formación morada, cuenta que a partir de 2010, la Iglesia «engañó» a los propietarios de enterramientos, que poseían títulos de propiedad a perpetuidad. Les «obligó», incluso con «coacciones» y «amenazas», para que firmasen un documento de cesión de sus sepulturas. «Ya no son suyas, sino del Obispado. Algunos usuarios tuvieron incluso que pagar unos 20 euros a la Iglesia por el trámite, con el pretexto de que si demoraban este asunto tendrían que pagar más por la burocracia». Además, el concejal de la oposición critica que los vecinos compraron en su día sus parcelas para construir sus tumbas o panteones.

No obstante, el obispo subraya que la gente no perderá sus sepulturas y destaca que la Iglesia cumplió con la legalidad. En 1998, el Ejecutivo de José María Aznar (PP) reformó la Ley Hipotecaria, lo que facilitó estas anotaciones registrales. La inmatriculación permitió a la Iglesia inscribir bienes en el Registro de la Propiedad hasta 2015.