Las quejas por el estado y la incertidumbre sobre la Casa Llagostera no cesan. La Comisión Beltrí, que defiende las obras del arquitecto modernista en la ciudad, ha exigido la «reconstrucción urgente» de la edificación «más excepcional del Sureste de España» y que califican como la obra «más amenazada desde que en 2010 el Ayuntamiento inexplicablemente aprobó la demolición de su interior», conservando su fachada.

Así, el colectivo en defensa del patrimonio de Beltrí pide a las autoridades que exijan a la propiedad que repongan en su lugar original, todos los elementos que fueron extraídos, catalogados y almacenados como las puertas de acceso al edificio y a las viviendas, la escalera al completo, las vidrieras convenientemente restauradas, los pavimentos hidráulicos, los azulejos, tanto del vestíbulo, como de la escalera y de las viviendas, así como de la fachada trasera.

De igual forma, la Comisión reclama que, en caso de que las obras se demoraran, todo los elementos almacenados pasen a ser custodiados por el área municipal de Patrimonio. Asimismo, exigen que una vez finalizadas las obras, el acceso al interior de la Casa Llagostera sea libre y gratuito, al menos al vestíbulo y a la escalera.

La situación es compleja, ya que tras las obras de derribo del inmueble para construir pisos se descubrió un puerto de época romana. Entonces la Consejería de Cultura dictó una resolución a principios de junio que acordaba la retirada de los restos, su tratamiento y su recolocación en el segundo sótano del edificio que se va a construir.

Por otra parte, conocedores del proyecto apuntan que este espacio, dada sus características, sería inviable para que allí se hiciese un museo, por lo que podría quedar descartado que el puerto romano se convierta en una atracción turística más de la ciudad de Cartagena. Hace pocos días, el agua acumulada en el solar había convertido el yacimiento en una ciénaga.

Mientas, los elementos de la Casa Llagostera se mantienen en el limbo, según la Comisión Beltrí.