La ministra de Defensa, Margarita Robles, garantizó ayer que el Gobierno no va a dejar «en la estacada» a los trabajadores de Navantia y está convencida de que un país «serio» como Arabia Saudí no vincula el contrato de 400 bombas de precisión con el de cinco corbetas para los astilleros españoles.

El anuncio de Defensa de que revisaría el contrato para la venta de esas bombas ante la posibilidad de que fueran usadas en Yemen ha generado una oleada de protestas entre los trabajadores de todos los astilleros de Navantia, ante el temor de que Arabia Saudí pueda cancelar como represalia el contrato de cinco corbetas que se construyen en San Fernando y Cartagena. De hecho, en la factoría de Cádiz, los empleados se manifestaron la pasada semana como protesta y no descartan volver a la calle si no se garantiza el trabajo.

Para Robles, el Gobierno «no tiene ninguna constancia, mas allá de alguna maledicencia, de que ningún contrato que se vaya a hacer en Navantia vaya vinculado a ningún otro contrato firmado con Arabia Saudí».

Para la titular de Defensa, es «políticamente irresponsable» que a los trabajadores de Navantia «se les pueda introducir el miedo en el cuerpo», e insistió en que el Ejecutivo no dejará «abandonados» a los trabajadores de los astilleros españoles.