España parece haber virado el rumbo de sus relaciones comerciales con Arabia Saudí tras la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. Por el momento, los ministerios de Defensa y el de Comercio han paralizado la venta a este país de Asia occidental de 400 bombas de precisión láser del Ejército de Tierra que se podrían usar para atacar Yemen. Ahora, España tendrá que devolver 9,2 millones de euros, que ya fueron pagados. Se trata de la primera medida adoptada por el Ejecutivo socialista tras el bombardeo de la monarquía absoluta a Yemen. Allí se produjo en agosto un ataque contra un autobús que acabó con la vida de medio centenar de personas, la mayoría de ellas niños de quince años.

No obstante, la decisión unilateral de dinamitar esta venta no asusta a los operarios que los astilleros de Navantia tienen en Cartagena. Aquí está previsto que se construyan cerca de una treintena de motores para equipar las cinco fragatas que el príncipe heredero, Mohammed Bin Salman, había encargado a la factoría pública española tras su reunión con Felipe VI el pasado mes de abril. De todos modos, el grueso de esta construcción recaerá en la planta que Navantia tiene en San Fernando (Cádiz).

Según Eduardo Aranda, presidente del Comité de Empresa de Navantia Cartagena, «no estamos preocupados por el hecho de que se haya paralizado la venta de las bombas. Esto es algo que se ha hecho para evitar que Arabia Saudí las use contra la población civil en Yemen. El caso de las corbetas es totalmente distinto, ya que los barcos no están hechos para matar. Por lo tanto, estamos confiados en que España fabricará finalmente esas corbetas».

El contrato se cerró en julio y está valorado en 1.800 millones de euros. Supondría para Cartagena «varios años de carga de trabajo», según indican los propios empleados.

Las corbetas en cuestión son buques de guerra más pequeños que las fragatas, al no estar destinados para misiones de larga duración. En concreto, son embarcaciones similares al 'Avante 2200 Combatant', un modelo que España vendió a Venezuela. Aranda también hace un aporte sobre el respaldo político que tiene la fabricación de estos barcos que estrenará la Marina Saudí. Así, comenta que, en su día, hubo un sector de Podemos que se mostró en contra de que España firmase este contrato con Arabia Saudí, pero a raíz del posicionamiento a favor mostrado por el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', también de Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias rectificó. Hay que recordar que Cádiz es una de las provincias de España con mayor tasa de paro, con casi 140.000 personas desempleadas.