El Buque de Acción Marítima (BAM) Audaz recaló ayer en el Puerto de Cartagena, que será su base y en el que realizará los procesos de evaluación y formación de la dotación hasta julio de 2019, fecha en la que estará plenamente operativo en su función de control y defensa marítima.

El almirante de Acción Marítima (Almart), vicealmirante Manuel de la Puente, presidió el acto de recibimiento del buque, que fue entregado a la Armada el pasado 27 de julio por Navantia en el astillero de San Fernando (Cádiz). Se trata del quinto barco de este tipo que forma parte de la extensión de la primera serie de los BAM iniciada en agosto de 2006, y que se completará en febrero con la llegada también a Cartagena del Furor -los cuatro primeros tienen su base en Canarias-.

El Audaz incorpora todas las medidas en materia de medio ambiente, cuenta con 93,9 metros de eslora; 14,2 metros de manga; 7,2 metros de puntal y un desplazamiento a plena carga de 2.765 toneladas. Entre sus misiones principales figuran las de protección y escolta de otros buques, control del tráfico marítimo, control y neutralización de acciones terroristas y de piratería, operaciones contra el narcotráfico y el tráfico de personas, de rescate y salvamento marítimo. Asimismo, también cuenta con herramientas para colaborar en la recogida de vertidos tóxicos al mar.

El Almart detalló, en una rueda de prensa a bordo del buque, atracado en el muelle de La Curra que comenzará el proceso de evaluación de combate y formación de la tripulación, aunque advirtió que el buque podrá actuar durante este periodo en caso de «delito flagrante» o emergencia.

Al tiempo, reseñó que podrá operar en función de las necesidades de la Armada, entrando en las misiones Operación Atalanta y en el Golfo de Guinea junto con los BAM ya operativos.

De la Puente destacó que la nueva serie está mejor preparada y ofrece mayor versatilidad y eficiencia que las antiguas corbetas reconvertidas a patrulleros de altura, como Cazadora y Vencedora, con base en Cartagena y que han sido dados de baja en los dos últimos años.

En este sentido, valoró el funcionamiento de los patrulleros Infanta Elena e Infanta Cristina en sus misiones en el Golfo de Guinea, aunque confió en que la Armada pueda dar de baja a estos buques con 40 años de antigüedad en caso de que se acometa la construcción de una nueva remesa de BAM hasta llegar a la docena de unidades.

El Almart destacó que, aunque los BAM de Canarias están teniendo plazos operativos de hasta 270 días al año, lo normal será que estos buques estén en la mar durante unos 180 días cada año, siendo el tiempo de navegación sin reaprovisionamiento de hasta 35 días continuados, con el fin de dar descanso a la dotación y hacer las revisiones.

Por su parte, el capitán de corbeta Emilio Damiá Marqués, comandante de la nave, concretó las mejoras que tiene la segunda versión de los BAM respecto a las cuatro primeras unidades, como el nuevo sistema integral de comunicaciones, ideado por Navantia Sistemas, así como una planta propulsora mejorada y las últimas versiones del satélite de comunicaciones y del radar de exploración de superficie y de aproximación de aeronaves, junto a un sistema de actuación en caso de caída al agua de la dotación.