Las medidas de control en los accesos al parque regional de Calblanque. Monte de las Cenizas y Peña del Águila son insuficientes. Es lo que creen desde la asociación de vecinos de Cobaticas-La Jordana, que informó de que ante la creciente afluencia de visitantes al entorno, y pese a los controles, los esfuerzos de los agentes medioambientales como de vigilantes y las labores de información y sensibilización ambiental que se llevan a cabo, «se siguen produciendo reiterados incumplimientos de determinados aspectos del Plan de Uso Público, aprobado por la Junta Rectora del Parque en su sesión de 25 de abril de 2018, pendiente de aprobación definitiva por la Dirección General de Medio Natural».

Los residentes en este paraje natural afirmaron que los incumplimientos más graves observados en el entorno son las acampadas en la playa, así como la proliferación de ciclistas y senderistas por zonas no autorizadas o fuera de los caminos oficiales.

No obstante, los vecinos también ponen el foco sobre la presencia de animales sueltos en el parque regional. Tanto es así que denunciaron la presencia de caballos en la playa y fuera de los recorridos autorizados, así como bañistas que acuden con sus perros a la playa -aunque en menor medida que otros años-.

En este sentido, desde el colectivo señalaron que la presencia de animales domésticos en los arenales no está permitida salvo en aquellos lugares adaptados a tal efecto, como es el caso de la playa del paraje de la Calera, entre Isla Plana y San Ginés, la única que existe en el municipio.

Posibles daños en la posidonia

No obstante, una de las quejas más enfebrecidas de los residentes fueron «los fondeos indiscriminados sobre las escasas poblaciones de posidonia oceánica que se llevan a cabo frente a Cala Parreño», ya que podrían ocasionar daños a la vegetación marina.

Así, desde el colectivo de vecinos indicaron que todas esas prácticas van en contra de la conservación de hábitats y dificultan la presencia de determinadas especies, como la tortuga boba.

De igual forma, la Asociación de Vecinos reclamó que, como la mayoría de estos aspectos están regulados por el Plan de Uso Público elaborado por la Junta Rectora del parque, «desde esta Asociación se emplaza a la Dirección General de Medio Natural para que, en el plazo de tiempo más breve posible, apruebe definitivamente el mencionado Plan».

De este modo, tal y como indicaron desde el colectivo de residentes se dotará a la dirección del parque y a los agentes encargados del control y vigilancia «del instrumento imprescindible para una correcta gestión del uso público en el ámbito del espacio protegido».