La rama ideológica de la que proviene el ataque realizado durante esta madrugada a la sede de Podemos en Cartagena no es una incógnita desde que, a varios metros de distancia, se aprecia la pintada. El lema 'el Valle no se toca' no deja mucho lugar a dudas, aunque, por si las moscas, también han convertido las 'o' en cruces celtas, algo muy propio de grupos neonazis y fascistas.

Y conforme uno se acerca el mensaje se vuelve más claro, al ver las pegatinas con la cara del dictador español Francisco Franco y la cruz del Valle de los Caídos. El portavoz regional del grupo político, Óscar Urralburu, ha denunciado este acto vandálico a través de su cuenta de Twitter, donde además ha aprovechado para dar un mensaje de firmeza: "Cartagena es una ciudad que ha sobrevivido sin miedo ataques fascistas y sin miedo va a continuar defendiendo y luchando por la memoria democrática, la justicia social y la libertad".

El portavoz también ha querido resaltar, en conversación telefónica con este diario, que estos actos reflejan la "falta de tolerancia y de forma de pensamiento democrático de una ideología que debería estar extinta en nuestro país, pero que, de vez en cuando, como está ocurriendo en toda Europa, rebrota". En su opinión la única forma de "pasar página y acabar con esto de una vez por todas" es "hacer cumplir la ley de Memoria Histórica, algo que no se está haciendo".

También intuye que se trata de un acto coordinado a nivel nacional, pues en otras comunidades como en Madrid o Huesca, básicamente en las ciudades "en las que hay sedes de Democracia Nacional o de Falange", también se han producido este tipo de ataques a las sedes de Podemos o del Partido Socialista.