El Ministerio de Defensa tendrá que gastar 16 millones de euros para que los cuatro submarinos de la clase 80 quepan en las fosas de atraque de la base naval de Cartagena, situada en el Arsenal Militar, tal y como informa el diario El País.

Los trabajos irán encaminados a ampliar la zona donde atracan los actuales sumergibles de la serie 70. Así, se dragarán y alargarán las fosas, además de limpiar la zona de agua de los muelles y acondicionar las instalaciones para el nuevo arma submarina. Este inconveniente millonario ha surgido como consecuencia del alargue del casco de la nave, que se tuvo que acometer en 2013 para solventar los problemas de flotabilidad de la embarcación. En el diseño inicial el submarino tenía 71 metros, pero con el cambio forzado por un fallo técnico tuvo que ampliar su longitud diez metros más. La dimensión máxima de los muelles de atraque es de 78 metros, así que el sumergible no cabe si no se acomete la reforma.

Por otra parte, se cuantifica que el coste del nuevo submarino alcanzará los 1.000 millones de euros, prácticamente el doble de lo presupuestado inicialmente. Está previsto que el Gobierno apruebe en los próximos días la elevación del techo de gasto del proyecto S-80 en 1.772 millones de euros. Una cantidad, que, sumada al montante inicial de 2.132 millones, se eleva a 3.907 millones. Este dinero se empleará para construir los cuatro submarinos de la serie. El primero de ellos, el único que está ahora en construcción, se entregará a la Armada en 2022, aunque se echará al mar en 2020. La fabricación se está realizando en los astilleros que la empresa pública Navantia, antigua Bazán, tiene en Cartagena.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, relativizó ayer el coste total que tendrá el nuevo submarino S-80 de la Armada, ya que avanzó que «su construcción dura muchos años y no estarán terminados los cuatro sumergibles que componen la serie hasta 2030 o 2031».

«Si desde luego Donald Trump se enterara de lo que cuesta, no nos echaría en cara lo poco que invierte España en defensa», comentó la ministra en una entrevista en Onda Cero, después de las reclamaciones del presidente de Estados Unidos a los miembros de la OTAN para que aumenten sus fondos destinados a armamento.

«Proyecto viable»

En cuanto a la fabricación de los sumergibles, Robles dijo desconocer los detalles del proyecto, pero admitió que «en el diseño inicial hubo algunos fallos de planificación que obligaron a rectificar y que ahora están ya superados». En cuanto al funcionamiento del motor del submarino con diesel, Robles insistió en que ella no es «experta» en esas cuestiones, pero que los profesionales en la materia le transmiten que «el proyecto es absolutamente viable». Por último, la titular de Defensa enfatizó que «de cuestiones técnicas no sé nada, me tengo que fiar de los expertos. Sólo puedo decir que el proyecto está corregido, contrastado. Y que la gente no piense que mañana van a salir los cuatro submarinos al mar. Estarán todos listos para 2030».