Indignados. Así han recibido los empresarios de los chiringuitos de la costa cartagenera una circular municipal que les informa de que tienen prohibido poner música en sus locales. Se trata de un documento de dos páginas en las que se recogen todas las leyes y normativas a nivel municipal, regional y estatal que regulan el uso de los chiringuitos en las playas y que, en resumen, informa de que los establecimientos tienen prohibido hacer conciertos en directo y contar con cualquier «dispositivo de reproducción sonora».

La reacción de los empresarios no ha tardado en llegar, ya que entienden que una de las características esenciales de este tipo de locales es, precisamente, la música. «No hablamos de música como si estuvieras en una discoteca, sino de ambiente, aunque según nos dicen eso tampoco está permitido», señalaron algunos empresarios preguntados por LA OPINIÓN.

Desde el Ayuntamiento tan sólo indicaron que se trata de la misma normativa que estaba vigente el año pasado y que la intención de la circular es que los propietarios sepan que están incumpliendo la ordenanza y se les puede multar por ello, e incluso retirar la licencia y que pierdan la concesión del chiringuito.

No obstante, los empresarios van más allá y ven en el envío de la circular una estrategia para «un as en la manga». Y es que, según indicaron «no terminan de legalizar los chiringuitos y sus actividades de forma completa para que los vecinos no se les echen encima». «De esta forma, ante una denuncia, sea por lo que sea, el Ayuntamiento puede venir y multarnos», añadieron.

Y es que, según contaron, «si un vecino dice que está oyendo música en un local, aunque el sonido no moleste a nadie, hace que la Policía acuda y pueda sancionar al propietario, cuando no olvidemos que se paga una pasta al Ayuntamiento para poner en marcha un chiringuito y también a Costas, que son los dueños del terreno y los que ceden su uso».

Por ello, los empresarios reclaman de forma urgente una modificación de la normativa al considerar que está «obsoleta» y no corresponde a los tiempos actuales.

Promoción de las playas

Promoción de las playasAsí, según los dueños de los chiringuitos consultados, se necesita una normativa que reconozca la labor que hace este tipo de establecimientos respecto al turismo en la ciudad y en el resto de la Región. «Gastamos dinero para dar un servicio para el turista, que le guste nuestro local y su entorno, que sigan viniendo; y eso pasa por dar también las mejores opciones, como es ofrecer un concierto acústico en la puesta de sol o poner música ambiente para que los clientes puedan relajarse», señalaron.

Para los empresarios, «es inconcebible un chiringuito sin música. No me imagino una ley de este tipo en sitios como Ibiza, Marbella o Benidorm».

No obstante, según fuentes municipales consultadas por esta Redacción, modificar la ordenanza de ruidos es una labor complicada. Y es que, encontrarle encaje entre las diversas leyes que existen a nivel autonómico y estatal y que no las contradiga ya es casi imposible -en la circular que se remite a los establecimientos se citan al menos siete normativas distintas que encajonan la organización de conciertos y el uso de equipos de música en los chiringuitos-. Pero además, indicaron, modificar una norma que regula el ruido, en tiempos en los que la contaminación lumínica y acústica de las ciudades está en boga, para restarle derechos de descanso a los ciudadanos y dárselos a negocios privados, supondría un aluvión de críticas.

Hasta la fecha no se conocen aún sanciones a los chiringuitos por estas cuestiones, aunque todos los establecimientos cuentan ya con el aviso remitido desde el área de Servicios Públicos.