Después de echarse a la calle para protestar por el cierre de la piscina climatizada desde hace siete meses porque el Consistorio no ha arreglado la cubierta de la instalación, y haber conseguido que la Administración local ya enfile la reparación de esta infraestructura municipal, los habitantes de la diputación cartagenera de La Aljorra han elevado su indignación contra el Ayuntamiento un grado más, si cabe. Los aljorreños se quejan ahora de que la Concejalía de Servicios Sociales, que dirige la propia alcaldesa Ana Belén Castejón (PSOE), les ha cancelado la escuela de verano que vienen desarrollando una veintena de niños cada mes de julio en el Centro Cívico las mañanas de los días laborables.

Lo que ha generado la ira de los vecinos ha sido el escrito firmado por el coordinador de Servicios Sociales, Damián Pérez, para exponerles los motivos por los que la Concejalía no hace esta actividad. Entre ellos, destacan excusas como que La Aljorra tiene piscina, cuando está cerrada; cuenta con pabellón deportivo, y los vecinos lo niegan; tiene una biblioteca, que los aljorreños lamentan que es un «cuchitril»; y disponen de un aula de informática, que aseguran que tiene «un horario muy reducido». Por último, el Ayuntamiento afirma que este verano se traslada la escuela «a una zona más desfavorecida y sin ningún tipo de recurso lúdico».

«Con esto el Consistorio ya ha llenado por completo el vaso. El Gobierno municipal tiene a todo el pueblo en contra. Es ridículo que digan que tenemos todas esas instalaciones cuando no tenemos nada de nada. Vamos a tener que ir al pueblo de la alcaldesa, Pozo Estrecho, para poder disfrutar de los servicios que no tenemos», se queja el presidente vecinal, Francisco Cavas.