Si hubo un delincuente mitificado por la prensa nacional durante el pasado siglo XX, ese fue sin duda ´El Lute´. Por eso, su estancia en Cartagena puso a la ciudad en el punto de mira de toda España.

Eleuterio Sánchez Rodríguez formaba parte de una familia de quinquis que incluía, entre otros, a sus hermanos ´El Toto´ y ´El Lolo´. Su carrera delictiva comenzó a los catorce años robando gallinas, pero fue el atraco a una joyería en Madrid en 1965, donde murió el guarda que la custodiaba, el que hizo que fuera condenado a muerte aunque le fue conmutada la pena por cadena perpetua.

Tras una primera fuga de película, salto desde un tren incluido, fue recluido en el Penal de Santa María del que se escapó escalando su muro la Nochevieja de 1970, y tras varios años huyendo de la justicia por fin fue apresado en Sevilla el 2 de junio de 1973. Puesto a disposición judicial, finalmente se tomó la decisión de trasladarlo a la prisión de Cartagena, conocida por ser una de las más seguras de España.

El 6 de junio a las seis de la tarde una comitiva de cuatro vehículos hacía su entrada en el establecimiento penitenciario de San Antón, y a partir de ese momento las noticias sobre ´El Lute´ se fueron multiplicando en la prensa local.

Su vida en la prisión era como la del resto de los internos: disponía de tres horas libres al día que dividía entre salida al patio y paseo, dedicaba bastante tiempo a la lectura, a escuchar la radio, a escribir cartas a familiares e incluso a preparar la que podría ser su biografía. No se relacionaba con todos los presos, era bastante selectivo, y tenía cuatro compañeros con los que entablaba conversaciones habitualmente; de ahí que les apodaran ´los cinco magníficos´.

Una muestra del miedo existente a que ´El Lute´ se fugara es el hecho de que, al verse afectado el famoso preso por un problema de caries, para evitar que tuviera que salir a la calle se instaló un equipo odontológico dentro de la prisión. A pesar de todo, hay que decir que en aquellos momentos había otro preso en San Antón mucho más peligroso que nuestro protagonista, pues contaba en su historial con veinte evasiones y cinco intentos de fuga.

Entre las visitas que recibió en nuestro penal destacaron la de su hermana Esperanza y la del actor de cine y teatro Juan Luis Galiardo, esta última me imagino sorprenderá al lector pero tiene su explicación. En aquellos momentos, el actor pretendía interpretar en una película al famoso delincuente y qué mejor manera de ambientarse que entrevistándose con él.

En abril de 1977 trascendió a la prensa que ´El Lute´ se quería ir de Cartagena y para ello había escrito una carta a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. En dicha misiva decía que el penal no reunía condiciones para cumplir largas penas, no había espacio vital para expansionarse, no se proyectaban películas, por la noche la luz era insuficiente para estudiar o leer y además llevaba un mes tomando somníferos y tranquilizantes para poder llevar mejor su situación.

Debieron de oírse sus súplicas, pues dos meses después, concretamente la madrugada del 21 de junio, ´El Lute´ abandonó la prisión de San Antón e ingresó en la de Córdoba poniendo punto final a cuatro años de encierro cartagenero.

Y termino con los versos que el periodista Luis Carandell le dedicó en su libro de romances publicado en 1973 y que decían así: «Esta es la historia de ´El Lute´, el bandido de más fama de los que en tiempos modernos pisan la tierra de España, digo de más fama y no de suerte mejor lograda, porque también hay bandidos que no están en las montañas, y tranquilamente viven gozando de hacienda y casa».