La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a dos años de prisión, por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, a un hombre que al iniciarse el juicio contra él reconoció haber promovido la inmigración clandestina con ciudadanos que eran trasladados desde su país natal, Argelia, hasta España.

De acuerdo con ello, la sala declara como hechos probados que el acusado era el encargado de conducir la embarcación en la que se realizaban los viajes, mientras que otra persona era la que se ocupaba de captar a inmigrantes de aquel país, a cada uno de los cuales cobraban alrededor de seiscientos euros.

Los hechos fueron descubiertos el seis de octubre del año 2011, cuando la embarcación fue detectada al encontrarse acercándose a España, en concreto a unas seis millas de las costas de Cartagena.

La sentencia especifica que el barco apenas tenía capacidad para unas cinco o seis personas, cuando en realidad transportaba catorce en el momento en el que fue descubierto.

Tampoco contaba con ningún elemento de seguridad, como chalecos salvavidas, bengalas o balizas de señalamiento, pese a que el trayecto superaba los 200 kilómetros de distancia, por lo que incumplía con las normas establecidas.

La sala tiene en cuenta, al fijar la condena, la atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada.