«Deberían poner esta película en institutos y universidades para que nos traten como a personas y no nos llamen subnormales ni nada malo. Así entenderían cómo nos sentimos y nos tratarían mejor». Son palabras de Nuria, una de las 167 personas con discapacidad que acudieron ayer a Neocine Mandarache a un pase especial de la nueva película de Javier Fesser, Campeones, en la que un entrenador profesional de baloncesto se encuentra un día, en medio de una crisis personal, entrenando a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual y lo que empieza siendo un problema para él acaba siendo una lección de vida. «Para que luego digan que no valemos para nada. Nosotros podemos hacer muchas cosas», recalcó Nuria, al salir del cine.

Se trata de una actividad que surgió de los propios usuarios del centro de día de Prolam-Astus en Cartagena, que manifestaron su interés por ver la película. Ante la dificultad de muchos de ellos para poder asistir por su cuenta, se decidió organizar un viaje en grupo aprovechando la celebración de la Fiesta del Cine, acompañados por trabajadores del centro, voluntarios y personal de prácticas.

Como Nuria, otros usuarios también valoraron la película de Fesser: «Creen que el entrenador va a enseñar a las personas con discapacidad intelectual, pero ellas le acaban enseñando mucho más a él», valoró Conchi. Otros se fijaron en detalles que resumen el espíritu de la película, como Amador, quien destacó que «ayudan al entrenador a superar el miedo a los ascensores». Y José Antonio resumió reflejando el cambio que da el entrenador: «No quería despedirse de ellos porque los quiere mucho y se emociona».

También valoraron la película en grupos, afirmando que, en general, les había gustado mucho y que algunos incluso volverían a verla, aunque el principio de la cinta no les gustó demasiado «por las palabras que decían, sobre todo lo de subnormal». No obstante, según avanzaba la película coincidieron en que les gustaba cada vez más. Lo más aplaudido fue el final donde «el entrenador se da cuenta de que somos personas normales, como los demás, y aprende mucho».

Finalmente, los usuarios del centro de día de Prolam-Astus destacaron que «el entrenador 'se hace' a trabajar con personas como nosotros, aunque hoy en día poca gente 'se hace'».