Los técnicos del Ayuntamiento tienen la misión de encontrar una solución para acabar el próximo curso con las aglomeraciones de vehículos que cada mañana se agolpan en las puertas de los colegios de Cartagena. Buena parte los padres dejan sus automóviles mal estacionados, sobre las aceras, en mitad de un carril para bicicletas o incluso encima de una rotonda. Esta situación ha obligado a la Policía Local a realizar una campaña especial de vigilancia. En poco más de un mes, los agentes municipales han impuesto cerca de 350 multas, a razón de unos 200 euros cada una (unos 70.000 euros). Partidos de la oposición, como MC Cartagena, criticaron que se trataba de una medida «recaudatoria» de la alcaldesa Ana Belén Castejón (PSOE). Las sanciones se han registrado en los aledaños de nueve colegios del término municipal: Hispania, San Vicente de Paúl, Adoratrices, Carmelitas, Maristas, Virgen del Carmen, Franciscanos, Narval y Miralmonte.

El concejal de Seguridad, Francisco Aznar, avanza un remedio para los atascos. La solución, aún en fase de estudio, consiste en crear caminos escolares seguros que puedan recorrer a pie los alumnos en compañía de pensionistas que, como voluntarios, colaborarían altruistamente para acompañar a los pequeños a clase. «Esta medida ya se ha implantado con éxito en otros municipios, pero tenemos que valorar si es viable hacerla, porque necesitamos que haya gente que quiera colaborar», sostiene el edil. Asimismo, indica que la primera zona donde quiere implantarla sería en el polígono residencial de Santa Ana, donde se encuentran los colegios concertados Narval y Miralmonte. Esta medida ha sido demandada por los propios vecinos del residencial cartagenero. Además, el concejal avanza que le gustaría implantar estos caminos seguros en otros colegios del municipio a partir del próximo curso académico.

Al margen de esta propuesta que analiza el Ayuntamiento, la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) propone también que se apueste por habilitar más zonas de carga y descarga en las proximidades de los colegios, ya que en algunos centros estacionar el vehículo correctamente es casi imposible. Éste sería el caso de colegios como Adoratrices o Franciscanos. Además, reclaman que también se opte por habilitar aparcamientos disuasorios en aquellos centros en los que sea posible, como puede ser el colegio San Vicente de Paúl, situado junto a la rambla de Benipila. No obstante, desde la Federación son conscientes de que el problema parte de los propios padres, por lo que consideran que, por la seguridad de los escolares, es «positivo» que haya presencia policial controlando la circulación, tanto de peatones como de vehículos. Por último, consideran que es necesario que se estudie de forma pormenorizada la situación que se produce en cada instalación educativa, con el fin de hallar la mejor solución. En esto último también coincide el concejal de Seguridad, que avanza que los funcionarios ya están manos a la obra.