El control que realiza la Administración sobre las familias sin recursos permite que las ayudas alimenticias que reciben lleguen a más cartageneros. Así lo ponen de manifiesto desde la ONG el Buen Samaritano.

Esta entidad sin ánimo de lucro, con sede en la barriada de Las Seiscientas, dona alimentos perecederos y no perecederos a más de 150 familias necesitadas del municipio. Hasta 2015, tenían abierto un comedor en la citada zona de Cartagena, pero el hecho de que a raíz del estallido de la crisis cambiase la tipología de las personas necesitadas les hizo cambiar a este modelo asistencial y dejar de servir comidas calientes.

Desde entonces, hasta la actualidad, los responsables del Buen Samaritano explican que han llegado a atender a 700 personas en 2015, el doble que hoy en día. Esto se debe principalmente a que esta fecha coincidió con uno de los años más duros del estallido de la burbuja inmobiliaria, pero en la ONG también aseguran que, hasta hace un año, aproximadamente, había bastantes familias en Cartagena que estaban recibiendo ayudas alimenticias de forma simultánea en distintas organizaciones caritativas de la ciudad.

«Hemos llegado a percibir hasta un 30% de personas que venían a llenar la cesta de la compra al Buen Samaritano y luego iban a pedir comida también a otros sitios como Cáritas, por ejemplo», explican. Esta duplicidad, según la ONG local,hacía que muchos cartageneros necesitados se tuvieran que quedar en lista de espera y no tuvieran acceso alguno a este tipo de auxilio, consistente en productos como pollo, huevos, legumbres, pasta...

Para llevar a cabo este control, el Ayuntamiento de Cartagena puso en marcha en 2014, a través del concejal del PP Antonio Calderón, una plataforma informática en la que las distintas ONG de la ciudad anotan en un historial el nombre de las personas que solicitan auxilio y el tipo de ayuda que reciben. Este mecanismo, denominado Red de Atención Integral Compartida (RAIC), surgió con la intención, según el Gobierno de la época, «para llegar más rápido y mejor a las personas que lo necesitan, haciéndolas partícipes del plan destinado a ayudarles a salir de la exclusión».

En realidad, según cuentan desde las organizaciones no gubernamentales de Cartagena, el uso de esta base de datos ha servido para distribuir mejor las ayudas y que éstas lleguen a mayor número de cartageneros. LA OPINIÓN contactó ayer con el Ayuntamiento para solicitarle información sobre este asunto, con el fin de reflejar cuántas personas reciben este tipo de asistencia en especies. Sin embargo, desde el Consistorio no pudieron presentar información alguna al respecto. Fuentes municipales alegaron que la gran mayoría de los funcionarios de Servicios Sociales, organismo encargado de esta aplicación, se encontraban participando en un simulacro de un terremoto.