Cartagena despertó ayer radiante y entusiasmada ante los actos que durante todo el día colmaron la jornada en honor a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Caridad. Pasadas las once de la mañana, la corporación municipal - a excepción de los concejales de Cartagena Sí Se Puede (CTSSP-Podemos) - salieron del Palacio Consistorial en comitiva de gala hacia la Basílica de la Caridad.

Allí ya aguardaban cientos de fieles que desde bien temprano se acercaron al templo para poder conseguir un buen sitio frente al altar. Fue ahí donde tuvo lugar la tradicional donación de la Onza de Oro al Santo y Real Hospital de Caridad, por primera vez de manos de Ana Belén Castejón, actual regidora de la ciudad, aunque la entrega fue muy similar a otros años, puesto que el valor se repitió respecto a los tres anteriores y se mantuvo en la cantidad de 35.000 euros.

En su discurso, la alcaldesa trató de escoger distintos personajes o representantes de la ciudad para crear un paralelismo con situaciones de precariedad o de excusión que viven determinados colectivos.

Así pues, comenzó recordando «a María José», cuando «nos llamó porque su pareja la había golpeado y encerrado en su vivienda, amenazando con regresar para matarla». Castejón aseguró que «fue un día doloroso y muy triste para mí, en el que pasé auténtico miedo hasta que me confirmaron que estaba bien y su pareja detenida». De esta forma, hizo un llamamiento a la patrona y pidió por todas aquellas personas que sufren maltrato en una sociedad «machista».

Continuó con Paco, un hombre «de más de cincuenta años» que «quedó en paro y no ha podido acceder a ningún empleo digno», para pedir así por los desempleados que tienen dificultades para salir adelante.

Habló de la inclusión social y para ello se referió a Clara, «una pequeña con Síndrome de Down que mantiene una lucha titánica en su escuela porque no entiende el significado de plena inclusión pero sí tiene claro que quiere estudiar en el mismo colegio que sus hermanos».

A continuación fue el turno de los agricultores, a quienes dedicó una petición dirigida a la Virgen de la Caridad «para que nos llegue el agua que tanto necesitamos».

También Juanjo 'El Bético', el joven con leucemia que empezó a ser conocido como 'El Pablo Ráez cartagenero', tuvo su momento durante la celebración, ya que Castejón se dirigió a la patrona y le pidió: «Acuérdate de los cartageneros enfermos e intercede por su mejoría».

Antes de finalizar, dedicó un momento a una joven argelina que llegó al puerto «una fría noche de noviembre en una patera. Estaba embarazada, helada y asustadísima». La alcaldesa finalizó entonces con un: «Madre, son muchos los que huyen de guerras, miseria y miedo, buscando una vida mejor. Ayúdales a afrontar esta dolorosa situación».

Acompañamiento a la virgen

El obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, se dirigió en la sacristía de la Basílica de la Caridad, momentos antes de la celebración de la Onza de Oro, a las numerosas autoridades civiles, militares, judiciales y académicas, así como a todos los fieles que colmaban el templo. Lorca Planes manifestó que la Caridad es «la Virgen de la pasión y del calvario, la desolada, y por eso la acompañamos en su soledad y en sus angustias».«Empiezan días intensos»

El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, tampoco se perdió la cita y aprovechó, tras presenciar la misa, para apuntar que Cartagena es «el lugar de toda España donde antes comienza la Semana Santa», con ese Vía Crucis del Cristo del Socorro, que salió en procesión la pasada madrugada.

«Empiezan ahora días intensos de Semana Santa en los que Cartagena va a ser una de las referencias nacionales en esta materia», sentenció el presidente regional.