El Ayuntamiento de Cartagena quiere darle un enfoque turístico a las dos plazas de abastos municipales de la ciudad, el mercado Santa Florentina y el Gisbert, con el fin de reactivarlos y que su uso sea compartido por cartageneros que vayan a hacer la compra y por los turistas que visiten la ciudad.

Para lograr esto, la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, ha pedido fondos a la Unión Europea. Con el fin de iniciar esta transformación, la regidora ha reservado en el borrador de los presupuestos municipales dos partidas económicas destinadas a arreglar sendos espacios: 156.000 euros para Santa Florentina y 30.000 euros para Gisbert.

Con la inversión prevista hasta la fecha, el Consistorio pretende finalizar la remodelación completa de todos los puestos del mercado de Santa Florentina. Hasta ahora, en esta plaza ya se ha renovado la iluminación, por una de led; y se ha puesto en marcha un sistema de cámaras de seguridad. Los comerciantes de Santa Florentina reclaman un lavado de cara «urgente» y que se abra el aparcamiento subterráneo. Creen que con esto se reactivaría este punto de venta por el que aseguran cada vez pasa menos clientela. Echan la culpa a la competencia de las grandes superficies y al mal estado de conservación en el que se encuentra.

En Gisbert, mientras tanto, el dinero municipal será destinado para iniciar la obra de remodelación. Por el momento, el Ayuntamiento ya tiene los resultados del estudio geotécnico que encargó para determinar el alcance de las humedades que podían afectar a su estructura. Fuentes municipales concluyen que el informe señala que el estado de la edificación es «satisfactorio».

El Consistorio busca que esta plaza sea un reclamo turístico, fomentando con su reforma la apertura de puestos gastronómicos en los que la gente pueda comer algo, como ya ocurre en la Boquería de Barcelona o en el mercado madrileño de San Miguel. Sin embargo, a cinco minutos a pie de Gisbert, el Grupo Zamora (Licor 43) abrirá próximamente un gastromercado a orillas del mar, en la actual sede de la Cámara de Comercio. Este nuevo espacio puede convertirse en un competidor directo que lastre el resurgir de la plaza situada junto a Tráfico y las dependencias de la Cruz Roja.

De todos modos, ambas partidas económicas deben ser aprobadas, ya que los presupuestos aún no se han votado, puesto que hay que recordar que la alcaldesa gobierna en minoría. Así las cosas, los partidos políticos debatirán el próximo mes de abril las futuras cuentas de la Administración local en las que están incluidas dos partidas presupuestarios para los mercados Gisbert (30.000 euros) y Santa Florentina. (156.000 euros).

Como queda demostrado, el dinero que tiene previsto destinar el Ayuntamiento no será suficiente para sufragar la ambiciosa transformación que se pretende llevar a cabo en las dos plazas de abastos. Es por eso que Castejón confía en Europa para arreglar sendos mercados.

En concreto, el Ayuntamiento espera conocer antes de verano si la Unión Europea le concede una subvención de 18,7 millones de euros, que recibirá de forma escalonada hasta el año 2023. Estos fondos conciernen a la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI). De este dinero, 900.000 euros irán destinados a la actualización de las dos plazas de abastos. La senda financiera marcada pasa por recibir 300.000 euros este año, 250.000 euros en 2019, 200.000 euros en 2020 y 150.000 en el año 2021.