Un lío entre las empresas de transportes Alsa y Globalia pone en peligro la línea que conecta La Palma con Cartagena. El problema es que Globalia ha denunciado a Alsa por ofrecer trece trayectos diarios, uno cada hora, sin tener autorización por escrito para explotar esta parada, que es competencia de los denunciantes.

Globalia ha absorbido a la empresa Costa Azul, que era la que tenía la licencia para cubrir este trayecto, pero como no le resultaba rentable, Costa Azul llegó a un acuerdo verbal con Alsa en 2003 para que los autobuses urbanos hicieran parada en La Palma de camino a Pozo Estrecho; ya que la denominación oficial de la línea, que es la número 24, es la de Cartagena-Pozo Estrecho.

La denuncia de Globalia obligó a Alsa a suspender ayer sus 13 viajes a Cartagena de forma definitiva. Con este cambio, el servicio se quedaría en solo cuatro viajes diarios, que serían cubiertos por los autobuses de Globalia que hacen la ruta Alicante-Cartagena.

Por fortuna para los palmesanos que usan el transporte urbano, el concejal de Servicios Municipales, Juan Pedro Torralba, logró desbloquear ayer la situación, para que los autobuses de Alsa sigan prestando el servicio con normalidad. El edil se reunió con representantes de la empresa Globalia y acordó con ellos que el servicio no se interrumpirá mientras que no se resuelvan las discrepancias que existen entre las dos empresas de transportes.

El objetivo del Ayuntamiento es que no se vea perjudicado el servicio de autobuses a La Palma. Para lograr esto, el Consistorio ha mandado un escrito al Ministerio de Fomento para solicitarle que intervenga para arreglar el desaguisado y que la línea 24 siga parando en La Palma.